martes, 14 de abril de 2020

C U A R E N T E N A

Concentrarme está siendo el mayor problema, ahí tengo Patria abandonado, soy incapaz de leerme más de un capítulo por día, así que lo de no tener tiempo son casi excusas.
Siempre me ha encantado pasar tiempo en casa, siempre que haya sido voluntario claro, pero esto de tener que hacerlo por cojones no es lo mío, al sexto día se me empieza a caer el techo encima y las paredes me comen, menos mal que se me acaba pasando, hasta seis días después, que vuelvo a entrar en bucle, vuelvo a sentir que me duele la cabeza y no sé si escoger sillón, sofá o cama.
Echando la vista atrás me planteo qué cosas vamos fortaleciendo con los años y cuáles otras se van debilitando, y la verdad, no lo tengo nada claro, considero que al menos yo, he tenido un tornado interno a lo largo del tiempo  que me ha hecho sentirme vulnerable en muchas ocasiones, para después recordarme mi seguridad, esa que siempre tuve de aliada, o así lo sentí yo.
El caso es que he dado mil vueltas, en muchos sentidos, y he estado mareada mil veces, teniendo que parar, apoyarme en la pared y dejar que mi mundo se estabilice para poder continuar. La verdad que dicho así, qué mal suena todo, qué siniestro, pero aunque no lo creas a ti te pasa exactamente lo mismo, en realidad en este confinamiento nos está pasando a todxs.
El día está dividido en varias sensaciones, a primera hora de la mañana, bueno, a eso de las 10:00h comienzo a abrir los ojos, nunca me había costado tanto despertarme, llevo días con molestias en los oídos en ese primer intento de saltar de la cama, obvio que no puedo, cojo el móvil, le doy los buenos días a mi padre y actualizo Instagram, un Instagram que nada tiene que ver con el de hace años, ahora me siguen 100 y sigo a 200, se acaba rápido la actualización, y es que cada vez me apetece menos compartir mi vida con los demás, aunque eso es otro tema. Después de unos 10 minutos merodeando entre las sábanas preparo desayuno para dos y me dispongo a tratar de concentrarme para leer ese capítulo del que os hablaba al principio, una vez leído, (como si estuviese prohibido seguir con el siguiente) cierro la portada y me invaden las ganas de hacer todo aquello que no puedo, todo aquello que añoro y no valoraba de la misma manera que lo hago ahora, porque si en algo me ha cambiado todo esto, es en como sentir todo aquello que quiero aunque no lo necesite, o la forma de añorar todo lo que no sabía que necesitaba tanto, de eso aún no estoy segura, pero tengo tiempo para pensarlo, no te preocupes.
Cuándo me doy cuenta que el día de hoy va a ser exactamente igual que el de ayer, y el de anteayer, solo pienso en si me hace falta algún tomate, papel higiénico o leche, para coger el coche y salir al súper, pero es que la cosa no está para tonterías.
Supongo que ya todxs hemos aprendido a hacer torrijas, paella y arroz con leche, supongo que ya todxs hemos limpiado el polvo de las estanterias, del borde de los cuadros, del corazón y el de detrás de la nevera, supongo que ya todxs nos hemos dado cuenta que hacer deporte no nos llevaba tanto tiempo, supongo que ya todxs hemos pensado en el por qué de cualquier cosa aunque no hayamos obtenido aún la respuesta, supongo que ya todxs sabemos lo que es echar de menos y que se escribe sin h, supongo que todxs hemos hecho videollamada con amigxs y jugado al parchís con desconocidxs, supongo que todxs hemos visto la 4ª temporada de La Casa de Papel y Unorthodox, supongo que has hecho limpieza de armario, de alma y de Facebook, supongo que muchos chicos han optado por raparse la cabeza y muchas chicas por arrancarse la semipermanente con los dientes, supongo que todxs hemos aborrecido el pijama y la rutina, que todxs estamos hartxs de oir hablar del tema, supongo que cuándo todo esto pase nadie volverá a ser igual, en todxs algo habrá cambiado, nuestras mentes y corazones nunca más se regirán por lo mismo que se regían hace unos días, porque ya todxs sabremos la importancia de un abrazo, de una caricia y de un beso, la importancia de tener una hermosa conversación mirándonos a los ojos, supongo que al fin todxs habremos entendido que cogernos de la mano y hacernos sentir es lo más bonito cuándo crees estar solx.
Espero ansiosa el momento que me sienta libre, libre para salir a la calle y sentir como el aire choca ante mi cuerpo, un cuerpo que anhela el olor de la lluvia y el sonido del mar, un cuerpo que necesita sentir un volcán de calor en los ojos obligándome a cerrarlos para solo notar como brota el fuego en mis párpados pálidos. Espero con recelo tocar la hierba y la humedad que la caracteriza, la escarcha de la mañana y notar que el aire me revuelve la vida y el pelo, espero que se me devuelvan mil sonrisas, unos cuantos guiños de ojos, cientos de carcajadas y algún número de teléfono.
Espero poder agradecer todo esto de alguna forma, quizás la mejor manera es dejarme llevar, aprovechar el tiempo, disfrutar, saborear cada bocanada de un instante, de un resquicio de milésima de segundo.
Por eso, cuando pienso en si me quedan tomates, papel higiénico o leche al darme cuenta que hoy será igual que ayer y anteayer, solo puedo recrear en mi mente el mañana.
El mañana será distinto, ya lo creo, el mañana será nuestro, el mañana lo pienso mimar, lo guardaré con sumo cuidado entre la seda cada noche, entre algodones, no vaya a ser que se rompa, no vaya a ser que nos lo arrebaten, no vaya a ser que entre tantos planes, entre tantas prisas y prisiones al aire libre nos demos cuenta que un día todo puede dejar de ser, un día, mientras tú todavía no entiendes qué haces aquí, nadie te avisa que todo puede desvanecerse, que todo es efímero y que cuándo menos te lo esperes, sin darte a penas cuenta, todo se ha ido a la mierda.





martes, 23 de enero de 2018

☹️

Tanta injusticia
Tanta crueldad
Tanto engaño
Tanta maldad
Tanta gente
Tan poca humanidad

lunes, 4 de diciembre de 2017

Tortura.

Hacía tiempo que no venías a verme de madrugada. Creía que te habías olvidado de mí.
Te gusta torturarme con aquello que en este presente aún me roba el sueño.
Y es que tengo prisa de ti, quería disfrutar del lujo de ver salir el sol por tu cuello, hasta iluminar todo tu cuerpo.

Pero es que estaba tan calentita en la cama, que pensé que estabas a mi lado. Sorpresa la mía al verme congelada cuando me di cuenta que estaba sola. Es por ello que me pregunto si este verano estarás conmigo para bañarnos juntos al despertar, entendiendo así, que has pasado toda la noche a mi lado, y entonces no darte los buenos días, dártelos espectaculares.

De la misma manera que no puedo darte las buenas noches si lo que quiero es compartirlas contigo, ni desearte dulces sueños, cuando lo único que deseo es darte sabrosas realidades.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Invierno.

Hola.
Después de varios meses sin dar señales de vida por aquí, he vuelto.

El invierno está malhumorado. No quiere oír hablar de tiempo estable.
Comienza la guerra con las estufas, pero ya sabéis quién va a salir ganando.

Acabamos quitando la calefacción. O bien por lo que consume o por el dolor de cabeza que provoca.
Solo me queda aguantar con estas manos y pies perdiendo la guerra.

Estoy helada, y os juro que meterme el pantalón por dentro de los calcetines no me hace nada.
Hace tiempo que vengo tiritando por no tener tu abrigo, y moriré congelada.

Da igual que sea invierno o verano, el caso es que sin ti hay escarcha en mi piel y tengo que ponerle cadenas a mis piernas, piernas que se resbalan al llegar a cualquier cuesta dirigida hacia un nuevo corazón.
Es lo que tienen los cambios de estación.

Llueve, y como siempre no a gusto de todos.

jueves, 9 de marzo de 2017

Es en ti, amor.

Ahí, donde menos te lo esperas. Es en tu boca, ahí es donde quiero poner fin a cada uno de mis días. Es también ahí donde quiero amanecer, donde pretendo permanecer y donde quiero dormirme cuando me apriete el sueño, solo por volver a despertarme en ella.
Ahí, es en tu piel donde quiero marcar mi ADN a fuego muy lento. Ahí quiero firmar un seguro de vida que cubra tu tacto. Ahí es donde quiero crecer.
Ahí, en el centro de tu mirada. Es en tus ojos donde intento entender cómo alguien pudo inventar la palabra belleza mucho antes de que tú nacieras.
Es ahí en ti amor, el dónde. Es ahí en ti, el cuándo. Y es en ti amor, el cómo.

martes, 10 de mayo de 2016

D.D.C.B

Querer eternamente. Querer sin esperar nada a cambio. Querer sin ninguna otra intención. Querer en todos los momentos.

Ya no. Inocente de mí, pensar que siempre estarías a mi lado.

A eso me acostumbraste. Imposible se me hace pensar que ya no me estás esperando en casa.

No dudabas en acompañarme a cualquier lugar, tú me entendías. Nuestro amor era incondicional, un amor que nunca jamás hubiese cambiado por ningún otro.

Hay una huella de tu minúscula patita en mi corazón de por vida.

Fue duro ver tus ojos redondos cada vez más tristes.

Parece que todavía te escuche. A veces tengo la sensación de sentir todo el peso de tu cuerpecito sobre mí. Y cuando se abre suavemente la puerta, pienso que has venido a verme.

Es difícil acostumbrarme a que no estés, a veces, no puedo parar de llorar al recordarte. Seguro que allá dónde estés, alguien te verá tan bonita que no podrá resistirse a cuidarte como yo lo hacía.

miércoles, 13 de abril de 2016

Alguien que.

Llega un día en el que aparece alguien, y no te importa que haya pasado sin llamar a la puerta.

 Es ese alguien en el que siempre habías pensado cuando dejabas la puerta entreabierta, esa persona que te hace cambiar todo. Hace que de repente de un giro inexplicable tu vida.

Es capaz de hacerte sentir cosas que ni tú misma sabías que se podían sentir, cosas en las que habías dejado de creer o cosas que ni sabías que existían.

Alguien que rompe con tus miedos e inseguridades, que te las arrebata y de repente te hace la mujer más feliz del mundo, sin importarle nada más que tu sonrisa.

Alguien que te coge de la mano y te lleva por todos esos caminos nuevos en los que ya florecieron las amapolas.

Alguien que te mira a los ojos haciéndote sentir dichosa de los suyos y afortunada por haberle encontrado.

Alguien a quien miras y sientes que da igual si se rompe el eje de la tierra, porque solo ese alguien es capaz de sostenerte con su boca.

Alguien que te mete en sus días como si fuese inevitable y ama cada movimiento de tu cuerpo.

Alguien que no te condiciona, que se convierte en tu único propósito, en tu afán, en tu gran verdad.

Alguien de quien por más que bebas, siempre tienes una sed tremenda de abrazos y mordiscos.

Alguien que convierte tus defectos en virtudes, tus cambios de humor los vuelve divertidos y hace que te rías de la vida y del reloj.

Alguien que ha conseguido hacer que te importe un pimiento todo aquello que no comprendes, todo aquello que te inquieta, porque fue llegar ese alguien y de repente encontrarle explicación a todo.
Y  entonces te das cuenta que si te alías a ese alguien, puedes con cualquier cosa.

Le amo, le amo de manera involuntaria, como acto reflejo, inconscientemente. Le amo como surgen las mejores cosas, espontáneamente. Le amo de forma irracional y sin miramientos, sin compasión.

Y no me pregunto por qué lo hago, ni me lo cuestiono, básicamente lo hago.
Solo sé que hacerlo es lo más bonito que me ha pasado nunca. Solo sé que ese alguien es la respuesta a cualquier pregunta, que sus ojos son el laberinto más emocionante en el que me he podido colar y sus manos el enigma de las mías.

Por todas estas cosas entre otras, como te decía, le amo, sencillamente.

jueves, 25 de febrero de 2016

Dilema

De repente abres los ojos y te encuentras en el mismo lugar dónde siempre estás cuando abres los ojos.

Es tan divertido todo.
Y me pregunto qué hora es.

Me voy espabilando mientras me va entrando una fuerte sensación de que tengo algo muy importante que hacer.
Siento que llego tarde  a cualquier lugar, que he dejado plantada a cualquier persona, pero no, no he quedado con nadie para hacer nada en ningún sitio.

Dilema; cómo sacarle provecho a un domingo como hoy. Nadie quiere una caña ni jugar al monopoli y dudo que alguien esté dispuesto a ser retado en una partida de bolos, pero digo yo que a alguien le apetecerá otra cosa.

Y entonces es cuando vuelvo a entornar los ojos y me doy cuenta que la cama es el mejor plan para el último día de la semana.
Sueño que estoy en el asiento de un tren que huele a pétalos de rosa, rozando mi muslo izquierdo con el tuyo, sintiendo tu aroma de hombre, inundándome de tu olor, mientras observo al paisaje haciendo el amor con el viento, de la misma manera que yo te lo haría a ti.

Te miro de reojo y puedo sentir tu respiración.

¿Dónde vas? me pregunto.

Quién me iba a decir a mí que pedir ventanilla me traería estas consecuencias.

Baja de aquí muy tarde, conmigo o después, que ahora un poco de trayecto sin ti, me resultaría absolutamente desagradable, hasta el punto de sentir que esas rosas del principio ya se marchitan.

Perdón si te rozo demasiado, es el instinto, ya sabes.
Y por una caricia que más da que no me conozcas.

Hasta la vista, hasta el domingo que viene.

martes, 19 de enero de 2016

Ponte cómodo.

Hacía tiempo que no me paraba a pensar.
Hacía tiempo que no me apretaba en las sienes las ganas de tomarme un café conmigo y hablarme de mí, y oye, qué bien sienta.

Hoy es de esos días que amaneces con ganas de hacer de todo y acabas en pijama sin ganas de nada.

Son las 20:00 h y hace noche de tinta y papel, hace tiempo de sombras, de velas y de olores, hace noche de mí, y todavía no me he asomado a mirar la Luna.

Entre estas cuatro paredes, las flores que tengo delante, mi cama, un reloj parado y dos lamparitas que de vez en cuando parpadean dándome un poco de ''miedo'', miedo que no sentiría si tú estuvieras enredando mi cabello en tus dedos.

De fondo escucho tu respiración, mezclándose con la mía a través del aire. Ese que se mantiene quieto entre nosotros aquí encerrados. Ese que sin pretenderlo nos hace meternos en un huracán de pasión sin salida. Un huracán del que tampoco pretendemos salir, del que nunca me quiero ir a no ser que seas tú quién me abre la puerta y la vuelve a cerrar conmigo dentro.

Y una vez ahí, al otro lado, entonces es cuándo vería  la Luna, al sentir tus labios en mi cuello, al ver que me puedo sumergir en tí sintiendo lo contrario, que floto. Y sería capaz de pedirte que te quedaras a dormir en mi boca.
Justo en ese momento yo ya me habré instalado en tu mirada, porque eres un pellizco que me hace saltar de un brinco el alma, esa que por mucha ventaja que le haya dejado a la mente, siempre acaba ganando, esa de la que hace tiempo no te saco.
Pero es que te veo tan cómodo ahí, que moverte no me lo perdonaría.
Puedes seguir acomodándote.

domingo, 10 de enero de 2016

Despertador.

Cómo iba a empezar bien esa mañana si un aparato pequeño, insignificante, ya me estaba obligando a despertarme. Que me levantara decía, que moviera el culo, que el día pasaba, la gente me esperaba, las horas corrían, posiblemente habría tráfico, no encontraría el bolso que quería y las llaves de casa seguramente estarían en algún paradero de mi casa aún por mí desconocido.

Así es imposible empezar el día con armonía, así que, disculpadme todos aquellos que cuando cae el día me preguntan por cómo me ha ido.

Me he tenido que poner en pie a las siete de la mañana, que hacía un frío aterrador, que estaba lloviendo y que me ha pillado el atasco del que me hablaba el despertador, del cuál no he salido hasta media hora después haciéndome llegar tarde a mi cita.

Pero no acaba ahí la cosa, al salir del coche algún o alguna miope pasó rozándome a la velocidad precisa que le permitía a su coche llenarme de agua y barro piernas, zapatos, manos, bolso y abrigo. Gracias.

Todo esto para que cuando llego al lugar dónde tendría que haber estado mucho antes, me comuniquen que me he confundido de día.


Supongo.

Supongo que nunca te he entendido como tú quisieras, pero yo siento que tú tampoco has entendido nada.
Supongo que nadie puede vivir plenamente si siente miedo y supongo que nadie puede vivir sintiendo miedo con respecto a otro alguien. Miedo a ser olvidada, a morir en el corazón de otra persona.

Supongo que eso de sentirse culpable ya no se lleva nada y lo de cambiar tampoco entra en mis planes.

Supongo que el único problema es que debería quererte un poco menos, o simplemente quererte diferente, para que no se me haga una montaña cualquier cosa sin ti.

Supongo que no soy eso que deseas, no soy lo que buscas ni sé ser lo que a ti te gustaría.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Aunque nunca hayas estado en ella.

A partir de mañana a las 7 de la mañana no volveré a verte.
No volveré a dejarme acariciar por unas manos que se convierten en escarcha cuando aprieta el frío.
Solo me hacen necesitar abrigo aunque mi cuerpo esté rodeado por ellas.

Ya no tengo ganas de quererte.
No me apetece echarte de menos, ni llamarte como una inútil cuando mi madrugada se estrecha en mi habitación, que solo me recuerda a ti aunque nunca hayas estado en ella.

martes, 1 de diciembre de 2015

Estados y estaciones.

En algunos momentos he sentido que mi cuerpo divagaba sin sentido por cualquier lugar.

De esos días que te despiertas con la necesidad de mirar el calendario para ver en que día del mes te encuentras y comprobar que los meses se solían pasar volando cuando estaba bien.

No quiero ponerme melancólica, pero de un tiempo a esta parte siento un frío que me congela. Aunque digan que es el invierno más caluroso desde hace siglos, será por eso que siento más tu frío y no lo confundo con la navidad, como otros años, que no sabía distinguir si se traba de la estación o de ti.

Lo cierto es que las personas calientes nunca pueden derretirse con un abrazo.

Esa es la ventaja de ser más fría que el hielo, que yo con tu mirada, me vuelvo agua, que yo contigo paso a otro estado.

No me importa que no me leas, ni siquiera me importa que no te acuerdes de mí.
Hace tiempo que cuento con ello y la verdad que no espero nada, ya no espero de ti, lo que un día tenía contigo. Ya ni si quiera lo necesito. Pero me gustaría que supieras que las flores, por muy bellas que sean, si no las riegas se mueren, que los pájaros vuelan sólo cuando brilla el sol y eso no quiere decir que les hayan extirpado las alas al florecer la tormenta.
El arcoíris sale después de la lluvia.

lunes, 30 de noviembre de 2015

La hora exacta.

Cuando mi almohada llora me es inevitable sentir pena por sus lágrimas, de esta manera se convierten en mías

Y no encuentro la manera de limpiarme aunque tenga un pañuelo a mano.
Y nada cesa.

El colchón se tumba desesperado boca arriba sin querer mirar el mundo.
Puedo escuchar los sollozos de su interior y siento sus hierros del alma fríos como la nieve.

No me deja moverme, es él quién me ata a la cama todas las noches.

Precipitada miro el reloj, reloj que lleva meses parado, reloj que siempre marca la misma hora.
La hora exacta.
El momento preciso. Ese que nunca encuentro para empezar a dormir, y me pregunto si ésta será una de esas noches que añoro.
Una de esas noches en las que podía soñar, aunque luego no me acordase de nada.

Al final siempre tengo mil sueños que recordar y mil realidades  que se intentan borrar.

Shhh. ¿Te leo este cuento o nos dormimos ya?

En horizontal

Sentada en la arena de la playa dejo que mis ojos se pierdan en esa línea lejana que me hace preguntarme si es mayor lo que esconde que lo que muestra.

A través de ese agua puedo adivinar mil cosas, desde el azul verdoso más celeste, hasta el azul más marino.

Mis ilusiones.
Mis sentimientos.
Mi esperanza .

Todo se oscurece conforme adentro mi mirada, de la misma manera que lo hago yo.

Mucha gente ha cruzado el mediterráneo, a muchas personas les daba miedo viajar en barco, otras disfrutaban de un bonito crucero.

domingo, 29 de noviembre de 2015

ENERO

Esta mañana al despertar me he dado cuenta de una cosa.
Tengo motivos suficientes para admirarte cada vez que abro los ojos, y solo sé amar si se trata de amarte a ti, porque hueles a sueños, a todo lo que anhelo. Sabes a melodía de ternura, a amor.
Porque siempre quiero contemplar contigo el siguiente minuto, sintiéndome dichosa por estar a tu lado.
Quererte es vivir, y no quiero empezar a recordarte jamás. No quiero castillos ni fuegos artificiales. Quiero ahora, y ahora es mucho, besarte sin que el mundo se mueva, lleno de envidia.

Reconozco que temí, reconozco que todavía temo, pero ojalá bastase con mirarte para relajarte, porque te lo ofrezco todo envuelto de dulzura.

Sin ti las fotos no tendrían color, y todos los ruidos estarían callados.
Si me preguntasen de que color es este sentimiento, diría que el amor no entiende de colores.

Quiero ser el levantar de tu ceja derecha todos los días de mi vida, sentir el sudor de tus manos, escuchar tu risa inesperada, ser tu sueño cuando te venza el cansancio.
Quiero sonar a tú música y a tu silencio, quiero ser tu prisa y tu calma, ser tu tiempo, y sentir también a destiempo tus besos.
Quiero ser tu agua en verano, recrearme en la curva de tus labios, en la suavidad de tu piel, en la perfección de tu espalda.
Quiero descansar en tus dedos, acariciar tus brazos.
Quiero secuestrarte amor,  y no pienso pedir rescate.

jueves, 1 de octubre de 2015

La perfección

Crees que la has encontrado alguna vez, en cualquier cosa, en un paisaje, en una persona.

Y digo crees, porque la perfección no existe, pero si existe pensar que sí, aunque ese pensamiento dure un instante, o un rato largo.

Y que nadie me abra a mí los ojos cuando me pase algo así.
Dejadme estar un rato en esa bonita equivocación, en esa maravilla de creer en lo perfecto, en lo que pasa de lo sublime.
Me quiero ilusionar con ello, que de algo hay que vivir, dicen, y yo me lo creo.

Por eso yo nunca me creí perfecta, aunque de casi, no, que no, cada cual entiende la perfección a su manera.
Depende de gustos, de estados de ánimo, de modas.

Y es que, lo que para mí es tremendamente imperfecto, para ellxs es (erróneamente) perfecto.

Ni una vez más.

Ayer salí a dar un paseo, era la excusa perfecta para buscarte, ya no es a la inversa.

Pero, ya no buscaré miradas para ver tus ojos y tampoco miraré donde no haya nada para creer que te veo una vez más.

martes, 4 de agosto de 2015

A lo lejos

A lo lejos escucho una voz.
Mientras la escarcha inunda mi vestido del mismo color que tus ojos esperanzados.
A lo lejos sé que me amas.
Y suena suave, muy suave la canción de la que te hablaba.
A lo lejos retumba esa voz aterciopelada que deja de serlo cuando tú te enfadas.
A lo lejos mis zapatos nuevos se dan un baño cuando tú respiras aire contaminado por mi sudor, y seco por tus lágrimas no derramadas a tiempo.
A lo lejos sencillamente solo estás.
Al menos para mí.
Dime si hay algo más que no haya visto ya.
No me quedan ganas de descubrir y menos de buscar.
A lo lejos harás conmigo lo que yo creía que harías cuando sin quererlo me enseñaste a amar.
A lo lejos te siento un poco más cerca que cuando no estás.
Un poco más cerca ahora que me has hecho otra vez llorar.
Y dirás que son cosas mías.
Que ni de lejos era lo que querías.
Y a lo lejos una señal me inunda las ganas de correr a escribirte una vez más, para decirte bien claro que: a lo lejos.
Así hemos de estar.

Color

Opaco.
Oscuro.
Intrigante.
Sé que nadie se fía de ti porque pareces mala gente, y solo te quieren cuando ellxs también pretenden serlo.
Y sin embargo, yo pienso que eres lo más puro, lo más sincero y es por ello que, aparte de que me niego, me es imposible mirarte negativamente.

Ya sé que eres tímido. No te gusta que hurguen en ti, que vean lo que tienes en tu interior. Y si hay algo que de ti no le gusta a la gente, es tu poca transparencia.
Pero al menos nunca les mientes, ni les ilusionas. 

Yo considero que estás desnudo para mí, para todxs lxs que sin darnos cuenta, un día aprendimos a mirarte.
Para nosotrxs, que en algún momento vimos reflejado el color negro en nuestras pupilas.

Él

Si me hablan de escuela yo solo pienso en mi abuelo.
Él fue quien me hizo reir hasta que más no se pudo.
Le quise incondicionalmente, porque era de las pocas personas que me regalaba su tiempo, de las pocas personas que sabía de qué manera estrecharme en sus brazos.
Me acariciaba la mejilla con un gesto paternal, tierno y único.
Pudo entenderme y aconsejarme,  reñirme y consolarme, protegerme y preocuparse como si dependiera de mí.
Yo, irremediablemente, le adoro.
Nunca pedí nada a cambio cuando le daba mi cariño, aunque recibía mucho.

Imagino que en la vida, los amores incondicionales se pueden contar con una mano. Si tuviese que contar su amor, me ocuparía ambas manos, por su gran querer, por su sincero querer.
Siempre estará en mi corazón.
Le recordaré en cada paso que de en mi vida.
Pensaré cuales podrían ser sus consejos.

Sin mas vueltas ni explicaciones.
Abuelo, solo eso.
Le añoro.

jueves, 30 de julio de 2015

Loca

Es incontrolable escribir lo más maravilloso cuando te observo.

Me atrevo a decirte que es tan inmenso como tú esto que siento.

Casi siento que tu lejanía no tiene fin, como el cariño que te tengo. Pero yo puedo hasta olerte y tener la sensación de que al hacerlo vuelo.

Te sueño infinitamente cuando no te veo, y cuando estás, tu vida reflejada en mi iris le da sentido a la mía.
Peculiar guapura arropada en tiernas y cálidas noches.
Que pensarás tú del frío, del calor.

Te empeñas en esconderte cuando más te necesito y aún sigo preguntándome de qué color tienes los ojos.

Venga, no seas tímida y sal a divertirte. Mira como te envidian todas las estrellas, eres la más hermosa de todas ellas.
Eres la envidia del firmamento.

Eres miedosa cuando hay tormenta.
Te paras a pensar pero, a veces tienes ganas de juerga y sales de más, dejándote ver durante el día, mirando de reojo como si fueses un gato transparente y entonces compartes tu misterio con el universo entero.

Tú. Que estuviste en todos los amaneceres.
Tú. Que has visto del mundo el atardecer.
Tú. Que a cada tejado pusiste un nombre.
Tú. Que la lluvia inundar mil ciudades viste.
Tú. Que cada madrugada conoces.

No sé si me observas, no sé si me miras, pero me conformo con saber que al menos puedes verme.

Eres bonita, el mayor desafío para cualquier monumento.

Yo no te miro, yo enamoro a mis ojos de ti.

Tú, testigo de cada carcajada, de cada lágrima.
Supongo que te vas a quedar, ¿no?
Al menos una vez más.
Júrame que podré verte siempre desde la ventana.


Si tú no existieras, sentiría que me han arrebatado la noche.

viernes, 24 de julio de 2015

Sí quiero.

Nunca me había hecho especial ilusión eso de casarme, ya sabes.
Pero te diré algo.
Me caso.
Me he tomado la confianza de pedirle matrimonio al tiempo contigo, mi mano ha temblado pero lo ha hecho .
He firmado un contrato con tu mirada por tiempo indefinido y sin muerte que nos separe.
He dicho que sí cuando tu mirada me preguntó no se qué, dándome igual qué era solo porque se trataba de tus ojos.
Me he vestido de blanco para sellar en mi traje de novia el color de tus labios manchados por el rojo de los míos.
La celebración será en tu cama, así, más íntimo, sin personas de por medio, ni familiares ni amigos, solo mandé la invitación a la pasión, con tu permiso o sin él.
El convite tendrá lugar en el mismo sitio.
Y después de buscar muchos menús, tomé la decisión de ponerme yo misma como entrante, y de plato principal tú, de esta manera ganamos en ahorro y placer.
Postres preferí no pedir, teniendo en cuenta el hinchazón.
El vals lo bailaremos en horizontal, con una caricia suave y lenta en la espalda a la altura de nuestro amor, y luego, después de habernos dormido un rato, solo yo tendré que hacer la maleta, para pasarme toda una vida entre tus brazos. 
Una vez ahí,  cerraré los ojos y te diré: tu maleta la hice ayer, es ahora cuando debes elegir destino.
Ahora que yo estoy en el mío.

jueves, 2 de julio de 2015

Hazme caso

Si te sientes tan cerca del mar que te da miedo, corre hacia tierra firme.
Si sientes hielo en las plantas de tus pies, camina sobre las llamas que un día dejaste en mis labios.
Si al hacerlo sientes demasiado calor, alivia tus quemaduras mirándome a los ojos.
Te voy a enseñar el significado de la palabra envolver.
Por fin sabrás que es eso de que una mirada lo dice todo.
Te darás cuenta que no habrás recibido mayor caricia que mis ojos.

Chin chin

Está lloviendo.

Por cada gota hay una lágrima angelical, una gota que murió.

La lluvia llenará tu tejado de sentimientos mezclados con o sin algún fin.

Que no cese.

Llorar es sano.

Goza o no, pero deja que tu cuerpo sienta.

Soledad.

A mi me gusta que llueva, aunque solo si no tengo nada que hacer, mejor dicho, solo si no me apetece hacer nada.

Coge tus lágrimas y metelas a una copa, que hoy vamos a brindar por el llanto.

Hola y adiós.

He llegado, y es un punto.
Llegada a él, me he dado cuenta que es imposible ganar una cosa sin la obligación de tener que  perder otra.
No sé cuál sería la palabra para definir lo que se siente, diría tristeza, pero no es, diría pena, pero no es tampoco.
Todo consiste en un equilibrio. La vida es lo suficientemente inteligente para repartirte las cosas buenas en trozos pequeñitos y en diferentes períodos de tiempo para que no abuses, para que no te lo creas, para que valores cada una de esas cosas y también las que se van.

Para que llegues al punto que he llegado yo, donde no podrás soñar y hacerlo realidad al mismo tiempo, donde no podrás darle a nadie el mismo amor, donde no podrás levantarte tarde y aprovechar el día, donde no podrás ir de tapas por Granada y tomarte un café en Venecia.

Los caminos se ven iguales,  a veces incluso el más bonito es el que menos nos conviene, pero eso da igual.

Lo cierto es que nunca se puede tener todo, al menos no a la vez.

Pero te diré algo, llegada a este punto sé que no tengo mucho, pero sé que tengo más que nunca.

martes, 23 de junio de 2015

A vivir.

Me sorprende lo mucho que entiendo algunas cosas y lo poco que quiero entender otras.

Dicen que el sufrimiento es opcional, y yo digo que una mierda, nadie escoge ser feliz o no, sufrir  o no, amar o no, sentir o no, nadie escoge tampoco a nadie.

Todo esto sencillamente nos lo encontramos.
Hay quien piensa que somos nosotrxs quienes nos dejamos encontrar, incluso que a veces buscamos, aunque nos empeñemos en negarlo.

Pero es que yo siento que no escogí un día llorar de felicidad, lo sentí, y entonces así lo expresé, igual que de alguna manera expresé el dolor, la rabia, gritando cuando más me dolió, en silencio o escribiendo cuando no se me ocurría otra manera.

Yo no busco nada de esto pero me enfrento, y me fortalezco, crezco y aprendo, para seguir escribiendo, para seguir amando de verdad.

Un día me dijeron que sólo quien conoce el verdadero dolor, es capaz de conocer el verdero amor.
A vivir.

Aquí sigo.

Me siento viva, más viva que nunca, y no le tengo miedo a la vida.
Ni a la vida ni a nada.

Soy y he sido consciente siempre que es muy posible que me salga el tiro por la culata, es más, así ha sido la mayoría de veces y aquí sigo por mucho tiempo, para hacer todo aquello que me gusta, pero también para hacer todo aquello que no.
Sigo aquí para hacer todo aquello que odio, como puede ser sentirme sola alguna vez, echar de menos, sentirme tonta, o inútil, servir, limpiar, llorar de tristeza, sentirme incomprendida, ignorada, infravalorada.

También estoy aquí para escuchar muchos no, muchos no puedes, no sabes, no vales, algún insulto o alguna crítica constructiva por parte de lxs más educadxs.
Incluso soy consciente de que sigo aquí para que me den muchos plantones, muchos desplantes, me pongan malas caras, o me den respuestas asquerosas.

Estoy dispuesta a aguantar que me utilicen, a ver claramente como se ríen de mí y darme cuenta de lo mucho que se han reído.

No tengo miedo a sentirme olvidada, a sentirme una marioneta, una hipócrita.

Estoy aquí para ver el mucho dinero que puedo gastar, o perder, según se mire, para que me hagan un desprecio, para que me echen de alguna propiedad privada, para que algún cocinero me escupa en la comida, para que se me cuelen en la cola del súper, para que me tiren las cartas del buzón y me pongan una chincheta en alguna silla. 

Sigo aquí dispuesta a soportar que me tiren algún huevo cuando vaya andando por la calle, a que me digan hortera y mala malísima mirándome a los ojos.

Aquí estaré para soportar cualquiera de esas tonterías, todo lo superfluo de la vida, lo irrelevante, todo eso es absolutamente caca.

Todo eso solo me sirve para reafirmarme.
Todo eso es lo que hace que me sienta pletórica, es lo que hace que tenga la mirada llena de cosas buenas, de todo lo que quiero, de lo mucho que amo sin que nadie se de cuenta, de lo mucho que beso y palpo los días. 

Y es que lo malo está de paso y lo bueno se queda para siempre de alguna manera.

lunes, 22 de junio de 2015

Créeme.

No me creo que no tengas ganas de besarme, al igual que no me creo que dejes de pensar en mi cuando no soy yo quien te cuida.
No me creo que hayas sido capaz de olvidarme, que hayas olvidado mi risa o mi manera de acariciarte. 
No me creo que aún a veces no necesites pronunciar mi nombre, incluso no me creo que no lo hagas.
Tampoco puedo creerme que ya no necesites mis cabellos, o que hayas olvidado mis ojos.
No me creo que seas feliz sin mi, que sustituyan sin más mi aroma, mi piel, mi boca.
No me creo que no me ansíes a tu lado al pasear, que no desees verme al otro lado de la cama.
No me creo que todo sea tan fácil de olvidar.
Que ya no me ames, que ni siquiera me desees.

martes, 12 de mayo de 2015

Mi pozo preferido.

Me dispuse a salir, aunque no sabía muy bien si salía de algún lugar o hacia algún lugar.
No sé si salí a pasear o lo que pretendía era salir de aquel pozo en el que me había colado desde la mañana temprano.
Aún hoy me lo pregunto.
Lo cierto es que, sin apenas darme cuenta acabé haciendo las dos cosas.
Como todo, al final una cosa lleva a la otra.
Sabes perfectamente que hablo de ti, mi pozo preferido.

Está claro que en él no lo paso lo mejor que podría, pero cuando hago el amago de salir, entonces me doy cuenta que es el mejor refugio.
No hay otro lugar en el que yo sepa colarme mejor.
A veces pienso que llorándote te disfruto, quizás porque no tengo otra manera, seguramente porque sea la única que me queda.

Pensarte se ha convertido en una forma de vida, la mía.
Y echarte de menos casi se podría considerar mi religión.
Adivina pues a quién le rezo todas las noches.

La cuestión es que, como te decía, no puedo huir de ti, porque sería huir de mi misma.

Eres mi cuerda y mis esposas, pero también eres las alas, eres sobre todo la libertad de esta tinta, eres la imaginación de un papel, eres arte.

Después de darme cuenta una vez más de todo esto, decidí darme la vuelta y volver a casa para escribirte.

Siempre nos quedará el viaje de retorno, ese que tantas veces hicimos, ese que me encantaría seguir haciendo.
Ese que tanto cuesta.

martes, 5 de mayo de 2015

Es absurdo querer pasarme la noche soñando contigo, cuando ni si quiera soy capaz de dormirme pensando en ti.

Supongo que me explico.

Como si la Luna fuese mi excusa perfecta y mi pelo la única suya.
Como si ya no estuviese de moda eso de soltarse la melena y dejarse llevar.
No por dejarse llevar surgen los momentos mágicos, de la misma manera que no se dejan pasar los mejores momentos por no llevarlos en mente.
No sé si me explico.
El caso es que hay cosas que pasan cuando menos te lo esperas, o cuando nunca lo habrías imaginado, o una mezcla de las dos cosas.
En lo mas pequeño está el secreto, en lo aparentemente insignificante la esencia de las mejores cosas.
A mí nadie me había avisado que hacerse malamente un moño enredado con mis cabellos entre sí mismos podía tener esas consecuencias.
Ahora me erizo cada vez que me recojo el pelo.

jueves, 30 de abril de 2015

Al ritmo de la brisa.

La vida es para quien no tiene miedo  a arriesgarse por algo o alguien, para quien no teme sufrir ni llorar, para quien quiere amar siendo consciente de que lo pasará mal.

La vida es para quien está dispuestx a sentir, para quien no le importe perder para luego poder al fin ganar.

La vida es para quien sueña despiertx sin temor a fracasar.

La vida es para quien no deja que se le oxiden las cerraduras, para quien no permite que se bloqueen los pestillos, ni el corazón, ni los ojos, ni los narigales, ni los oídos, ni la boca.

La vida es para quienes tienen el propósito de querer, de mirar, de beber, de escuchar y suspirar.

La vida está hecha para emprendedores, para valientes, para capaces.

La vida es para probar, para degustar, para reir, para acariciar.

La vida es para abrazarla, respetarla, aprovecharla.

Nosotrxs elegimos con quien aprender, crecer, madurar, descubrir, explorar.

La vida puede sorprenderte a cada minuto que pasa. 

La vida te aprieta, te estruja, te hace pequeñx, pero la vida también te hace gigante.

La vida te escupe para lamerte después.

La vida te ensucia para limpiarte después.

La vida te frena para luego empujarte.

La vida te jode, te gana, te defrauda, te machaca, para al final de todo hacerte el amor al ritmo de la brisa.

Vive.

H

Hay cosas que realmente no se para qué están, ni para qué sirven, ni el papel qué desempeñan, o la función que tienen.
Pero claro, a quienes no se nos conoce, lxs que somos totalmente desconocidxs pero tenemos un papel en la vida o algo que desempeñar, pocas veces se nos valora, ni na de ná .
Y claro, así nos va.
Con letras que no nos llegan, canciones que no nos suenan, números que no nos cuadran.
Humanos que no son nada humanos.
Sigo sin encontrarle explicación a nada.
Pero me conformo con saber que al menos yo me lo pregunto, mientras otros muchxs ni se molestan en pensarlo.

martes, 28 de abril de 2015

123,567

En el són de su uno puse cara de indiferencia, como quién nunca ha movido un pie al compás de la vida.
Pero poco a poco se adentraba en mi cuerpo el ritmo de su dos, haciéndome intuir una conexión inexplicable.
Mi cara iba convirtiéndose en calma cuando el tres de sus manos se adentraba en las mías.
Mi cara paso a ser entonces de sonrisa fácil, y en cuestión de segundos el cinco afloraba en mi cuerpo, decidido, de ese modo dejaba a entrever el seis sin mucho esfuerzo, y como solo él sabía hacerlo, me llevaba a acabar en el nirvana de mi número preferido sin apenas darme cuenta.

Parecía como si las notas las hubiesen hecho a su medida, como si hubiesen estudiado su cuerpo al detalle para hacer sonar cualquier cosa que marcada por él podía sonar a música.

Y no es que lo hiciera mejor que muchos, pero a mi me hacía moverme mejor que nadie.

Sueldo base.

Y cuanta gente no llega a fin de mes, cuanta gente con casas embargadas, préstamos por pagar, dinero por devolver.

Esos viajes que nunca pudieron hacer, esos sueños que nunca se cumplieron, personas que vieron desvanecidas por completo todas sus ilusiones, sus vidas, sus mentes, cualquier estabilidad, una pequeña calidad de vida, incluso ven como se desvanece la familia, y la salud.

Dicen que el dinero es lo más poderoso que existe, él en sí, y quien lo posee.

Pero yo no estoy de acuerdo.

 Un día me sentí la mujer más poderosa del universo solo por haberle tenido un rato, y poderoso le sentí a él, únicamente por ser él.

Porque desde entonces, yo, no llego a fin de mes sin sus besos, porque hace tiempo que me embargaron el corazón por dedicárselo exclusivamente a él.

Es el mejor préstamo que puede haber, y no existe nada mejor que empeñarme a él de por vida, porque si algo tengo que devolver, es toda esa dulzura que le sobra, esa que un día me inundó el colchón, pero no encuentro la manera de hacérsela llegar, no puedo enviársela por fax, y tampoco por correo.

Todavía tengo un sin fin de destinos en todo su cuerpo a los que llegar, tengo que estudiar su cultura, y su religión.
Me quedaría a vivir en cualquiera de sus bordes, realmente me quedaría a vivir en cualquier parte de él.

Me quedan mil sueños por hacer realidad a su lado.
Me quedan miles de insomnios por él.
No habrá mejor calidad de vida que comernos el uno al otro.
Sólo pido salud para poder comernos también la vida, y cualquier cosa parecida a la muerte.

lunes, 27 de abril de 2015

A mi manera.

Un día alguien me preguntó si sabía lo que era el amor.
Mi subconsciente y yo le hicimos la misma pregunta a mi corazón.
Mi corazón respondió con un si rotundo, añadió que él había llorado muchas veces de amor, que había echado mucho de menos, había besado hasta agotarse de saliva, había acariciado hasta desgastarse las palmas de las manos, que mil veces dijo te amo y otras tantas hizo el amor.

Sabía el significado de preparar comida para dos, planificar viajes, escapadas, sabía la importancia que tenía una mirada en un momento dado, sabía de la necesidad de algunos abrazos.

Esta respuesta, la de mi corazón, se hizo en pocos minutos, en cambio, mi cabeza y yo tardamos un poco más en contestar, pero lo hicimos, y le dije a ese alguien: 
No.

Nunca he estado enamorada, jamás he derramado una lágrima por nadie, nunca he sentido la sensación de echar de menos. Le dije que nunca había sentido realmente una caricia, ni un beso, que mis labios jamas había pronunciado un te amo y porsupuesto, nunca le hice el amor a nadie.

No tuve la oportunidad de hacer comida para dos, ni planifiqué ninguna escapada romántica. Jamás obtuve una mirada de amor en un momento dado, ni sabía lo que era que me abrazaran cuando más lo necesitaba.

A veces tenemos la manía de decir todo lo contrario a lo que realmente sentimos y pensamos,
simplemente por hacernos las fuertes, entre otras cosas.
Que absurdo.

Seguro que ante una respuesta así nadie me creería, todavía menos quien me conoce, y mucho menos quien me conoce aún más.

Quién no ha llorado por amor señorxs.
Quién no ha preparado café para dos.
Y podría no parar de decir cosas que todos alguna vez hicimos. Con esto no quiero decir que sean cosas correspondidas, ese es otro tema.
Y así, la vida está llena de mentiras, de verdades a medias.
Realmente si no fuese así todo sería muy aburrido.
Al fin y al cabo, hemos venido a vivir, con lo cual que cada unx lo haga a su manera.
O a la de dos.

sábado, 25 de abril de 2015

Menstruación y otras pasiones.

Con el pantalón de raso a la altura de las rodillas, los calcetines de rayas dejan en evidencia mis dedos de los pies. Camiseta fea de propaganda barata cubriendo mis pechos doloridos y una bata que me asfixia el cuerpo, el alma, la vida, y cualquier cosa digna de ser asfixiada.

Los colores los dejo para otra ocasión, por que ya són para caerte de espaldas, o de costado, y los goles, los goles por la escuadra ya ni los recuerdo, ni quiero, ni pretendo, me sonrojo, me enloquezco.
Y no.
Que no.

Sabéis que tengo pasión por la luz tenue.
Por ello adoro el amanecer, y aunque siempre nombre el atardecer, no lo prefiero.
Nada como ver salir el sol.
Nada como oler a mañana, a temprano, a silencio, oler a paz, a frescura.
Es lo que quiero ahora, de tal modo que cerraré los ojos.
Para ver el amanecer lo antes posible y con la excusa recordarte.
Como si yo fuese mujer de excusas.

viernes, 1 de agosto de 2014

Ojos

Negros.
Almendrados.
Verdes.
Rasgados.
Pardos.
Redondos.
Marrones.
Achinados.
Azules.

Cada forma y cada color te personaliza, te define, cada manera de mirar, cada guiño de ojos te delata, y cada mirada desvela un secreto.

Siempre me decanté por ojos oscuros, marrones, casi negros, las miradas profundas, esas que te remueven todo. Esas que te hablan, que te chillan, miradas que sonríen, miradas que te visten, que te desnudan, que te observan, que te analizan, miradas que provocan, miradas que acarician.

Hay ojos que te besan, hay ojos que te hacen el amor, ojos que te envuelven, que te abrazan, que alumbran.
Hay ojos que son poesía, miradas que son relatos, formas que son cuentos, y colores que son canciones.

En cualquiera de los casos, si algo aprendí de la vista, es que muchas veces va unida desde la distancia al tacto. Si algo aprendí de los ojos, es lo poco que a veces necesitamos la lengua.

Es por ello, que hace tiempo vengo observándote, hace tiempo que mirarte se ha convertido en uno de mis mayores placeres, hace tiempo que te vengo haciendo el amor con mi mirada.

Y lo mas bonito, lo que más me gusta de todo esto, es que en tus ojos veo como lo disfrutas, y eso, ahora mismo me llena más que cualquier otro contacto físico.

martes, 29 de julio de 2014

Imaginación.

No me digas que tú no has soñado alguna vez con ser un pájaro.

Más grande o más pequeño, más o menos bonito, ser un pájaro en definitiva, sin pedir nada más.

Yo lo he soñado cientos de veces.

Crear mis propias autovías, formar mis propios caminos, haciendo el trayecto que más me convenga, sin importarme el destino.

Cruzar por encima de tierra o mas sin tener miedo a caer, atajando cuanto me de la gana y sin necesidad de parar a tomar un café porque se me cierran los ojos.

Disfrutar desde ahí arriba de todos los paisajes que voy dejando atrás, mientras me cruzo con otros de mi especie, con los que únicamente me comunicare a través de una pacifica melodía  que saldrá de mi minúscula boca.
Desde ahí arriba podré observar cada rincón, posándome sobre la rama de un árbol, o simplemente mirando mientras avanzo en mi camino.

No habría que cruzar puentes, ni muros, ni tendría que pagar peajes. No habría controles de alcoholemia ni me multarían por no llevar el cinturón.

Únicamente me dirigiría a un lugar conocido o no, elegido o no, eso da igual.
Sería como permanecer de por vida en el autobús que de pequeña me llevaba a las excursiones, era donde mejor lo pasaba.
Cada noche, elegiría dormir en un lugar distinto, rodeada de nuevos climas y aromas.

Y cuando llueva, simplemente volaré más alto que las nubes, allí donde nadie pueda encontrarme. Me esconderé detrás de algún rayo de sol tímido,  por si alguien me pide cuentas. Ahí me quedaré, aislada de todo lo malo que pueda ocurrir y hasta que acabe la tormenta, esperando un nuevo arcoiris en el que me sumergiré feliz. Envuelta en los colores de la vida, envuelta en la felicidad de ser completamente libre.
Cuando todo se desvanezca y caiga la noche, me acercaré a la Luna para decirle algo que siempre pensé de ella, lo preciosa que es.
Igual estando ahí arriba consigue oírme y tal vez, me regale una cálida sonrisa, o un acariciante guiño, que sé yo.

Revolotearé por esa tenue luz, como si fuese el último día que tengo alas.
Cantaré toda la madrugada para que me escuchen los gatos  acunados en tejados viejos de casas con chimeneas oscuras, sintiendo frescor en mi cara, la pureza que envuelve el cielo, y todo lo que esconde este enigmático universo. Ese que tiene la manía de dejarme la mosca detrás de la oreja todas las noches.
Si pudiera, volaría tan alto que besaría cada una de las constelaciones que se dibujan en ese techo que no me deja escapatoria por infinito que sea, pero, ya sabes, de momento no tengo alas, y tengo que conformarme con otras cosas.

Viajar en tren, observar el arcoiris desde mi ventana, calentarme bajo el sol un día de mayo, escuchar la lluvia desde mi cama, besar con mis ojos la Luna y soñar cada noche que por lo menos un poquito, en alguna ocasión, me siento tan libre, que puedo echar a volar algo, mi imaginación.

Correspondencia.

No es cuestión de elegir ni de buscar, no es tampoco cuestión de encontrar ni de descartar, nada que ver tiene el hecho de mirar y ver, de tocar y por casualidad sentir, de amar sin pensar y de besar sin besos pedir.

Porque yo no elegí hacer nada de esto contigo, yo ni siquiera me planteaba el por qué del sabor de tus labios, ni me paraba a pensar en el por qué del color de tus ojos, no le daba vueltas al hecho de sentir de tal manera tus manos en mi abdomen, ni le busqué explicación al tono de tu voz. 
Solo me dejaba, me daba el capricho de dejarme querer por tu cuerpo, de dejarme amar por ti, y de esta manera, involuntaria, loca, apasionada, te correspondía.

Tal y como haré siempre.

jueves, 9 de enero de 2014

Me da miedo pensar que se puede sentir más.

Te miro y no puedo hacer nada más que eso, mirarte y embobarme ante lo más grande que tengo en mi vida, haciendo de tripas corazón y afrontando esta puta realidad que me destroza. 
Bajo este techo, le dedico cada segundo de mi vida, a ella, a quien me la dio y me cuidó, de la misma manera que yo la cuido ahora.
Me pregunto si se puede sentir más y me da miedo pensar que sí.
Ni el amor, ni el dolor, nada puede superar ahora lo que siento, sé que es completamente imposible.
Te quiero mamá, y nunca te abandonaré, hasta en tu último suspiro te voy a cuidar, y mimaré tus manos, y tus ojos, te voy a amar de aquí hasta que se me trunque la vida.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

No pretendia nada más.

Si algo pretendía de tu risa, era potenciarla.

Si algo quería de tus ojos, era una mirada.

Si algo me apetecía de ti, eras tú.

Si algo pretendía de tus manos, era una caricia.

Si algo quería de tu cuerpo, era tu piel.

Si algo me apetecía de tus sentimientos, es que fuesen por mí.

Si algo pretendía de tu cuello, era su aroma.

Si algo quería de tus piernas, es que andaran junto a mí.

Si algo pretendía de tu vida, era que la compartieses conmigo.

Me apagaste de un soplido.

¿Dónde están todos aquellos sueños que no se cumplieron?
¿Dónde quedaron las palabras que no fueron nunca escuchadas?
¿Qué fue de los silencios que no fueron comprendidos?
 ¿Quién sabe dónde están esas manos que se entrelazaron soltándose segundos después para siempre?
¿Donde están las lágrimas que nadie vio salir?
¿Dónde está el amor que un día sentí?
¿Qué fue de los gemidos que acortaban las tardes frías de noviembre?
Aún no sé nada del aire, ese que envolvía mi pelo cuando el cielo estaba gris.
Las fotos que nos hicimos a la luz de la Luna se volvieron oscuras, muy oscuras, como yo, desde que me apagaste de un soplido.

sábado, 12 de octubre de 2013

Simplemente.

Me cansé de no verte al despertar.
Y ahora, simplemente dejo que mis ojos se abran.

.

Fúmate mis sueños que yo quiero que aparezcas " colocado '' en todas mis realidades.

Xx

jueves, 10 de octubre de 2013

Déjame.

Déjame decirle a tus manos lo bonito que es el mundo.

Déjame susurrarle a tus sueños que todo puede hacerse realidad.

Déjame hablarle a la Luna de tu mirada.

Déjame avisarla del próximo eclipse que sufrirá cuando tú abras los ojos.

Miedo.

No se que está pasando.
En algunos momentos creí ser una débil y luego, la vida me sorprendió siendo todo lo contrario.

Lo jodido es cuando ocurre al revés.

Estoy harta del miedo, porque lo tengo, aunque no te voy a decir a qué o por qué, pero lo tengo, y me jode, me limita y me frena en cientos de cosas.

Soy una miedosa, y hasta un poco cobarde, o mucho. Lo reconozco. Reconozco que debo reconocerlo. Supongo que es el primer paso para serlo un poco menos.

 Dicen que la mejor forma de superar tus miedos es enfrentándote a ellos. 
Quizás, aunque a veces son ellos los que nos plantan cara a nosotros y no le queda a una más remedio que defenderse como buenamente puede o sabe.
Que os voy a contar a vosotr@s.
Si sois todo@s un@s cagad@s.
Y yo la primera.

martes, 8 de octubre de 2013

Otoño.

Eres como este otoño que me atormenta con este calor que perdura en mi cuerpo, haciéndome creer que nunca lo echaré de menos, por insistente.

Me hace dudar cuando veo un poco de luz pensando que podré ir a la playa. Creyendo que me puedo bañar en ti con la misma libertad que en verano.
Y cuando menos lo espero, cuando más tranquila estoy en mi cama, comienzo a llorar. 
Comienza a llover, pero solo me dura un rato, el rato que tarda en cambiar mi humor, en cambiar el tiempo para volver a asfixiarme a mitad de la noche, recordándome que las hojas de los árboles se caen en otoño, pero eso no quiere decir que no caigan en otras temporadas.

 Y claro, el otoño ha venido, y no tardará en pasar. Lo hará desapercibido para todo el mundo menos para mi, es mi estación preferida, aunque me mate de calor cuando no debe, aunque me haga dudar, aunque me vuelva indecisa y de hoja caduca.

lunes, 7 de octubre de 2013

Esto te va a doler.

Esto te va a doler de la misma manera que me duele a mí.
Te hará llorar exactamente igual que lloro yo.
Me echarás de menos casi tanto como yo a ti.
Desearás mis besos, mis caricias y mis abrazos, cada momento, cada rato a solas, o en cada equivocada compañía
Querrás volver a tener mis buenos días y noches, mis atenciones, mi tiempo, como yo quisiera tener el tuyo.
Te preguntarás el por qué, como yo me atormento con cualquier gesto.
Necesitarás volver a decirme lo dulce que te parezco y te apetecerá estar acurrucado junto a mí.

Todo se desvanece con la facilidad exacta que yo tengo de desearte.
Me apetece estar en ti, sentir, sin preguntas, sin explicaciones, solo sentir.

Sentirte.

viernes, 4 de octubre de 2013

Me encantaría.

Me encantaría tenerte ahora mismo delante para decirte que siempre quise ser el motivo de tu sonrisa.

Quisiera ser la almohada en la que te acunes todas las noches. El gato al que te abraces. El vaso del que bebas. La tostada en la que untes la confitura de tomate. El agua que te resbala en tu mañana. La toalla que te seque. La goma que te trence. Las botas que te lleven. El cigarrillo que te fumes. El techo que te ve amanecer. La canción que tararees. El sol que te enrojece la piel. Un chiste malo que te haga reír. La Luna reflejada en tu mirada. El viento acariciando de una vez todo tu cuerpo. La lluvia que te mima. Ser tu ombligo para estar justo en el centro de ti, para tenerte a partes iguales. Tu ropa, para quitar todas tus vergüenzas. Tu anillo para llevarte siempre de la mano. Tus lágrimas para recorrer tu mejilla y dormir en tus labios.
Me encantaría tenerte ahora mismo delante para ser tu vida y entonces yo, poder simplemente vivir.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Alguien en tu vida.

Hace tiempo que vengo deseando ser alguien en tu vida.
Aunque sea esa que te cruza la mirada en el metro, o la que te sirva el café en la terraza de toda la vida.
Me gustaría ser consciente de que sabes que existo y así poder vivir algo más tranquila, para no quedarme en esta incertidumbre de pensar que igual si me conocieras todo podría ser diferente, o no, pero, ¿y si lo fuese?
Tendré que aprender a vivir con este tormento, ya que aún no me decidí a meterle prisa al reloj, ni a anticiparme a los acontecimientos, todavía poseo esa cobardía que me hace observarte desde un segundo plano, desde la ventana, desde cualquier sitio donde no me puedas ver.
Que suerte tiene todo aquel que un día se atrevió a mirarte a los ojos para dedicarte un saludo, que valiente, fue totalmente inconsciente de que un hecho cotidianamente normal a mi podía suponerme tantísimo.
 Ahí comprendí que la valentía, como casi todo en la vida, es muy relativa, porque no todos tenemos los mismos miedos ni las mismas vergüenzas.
Me posaré en cualquier rincón de tus alrededores viendo la vida correr, esperando una fuerte ventolera para que me ayude de un empujón a enfrentarme a ti.
Que me llene de valentía.
 Porque tu eres mi mayor miedo.
 Pero también mi mayor ilusión.
 Mi meta.
Un motivo de superación.
 He ganado muchos combates.
¿Por qué no iba a ganar este?
O quién sabe si al final es el destino el que elige que debes ser tú quien irremediablemente me dedique un acto de cortesía.
Ojalá me diese la vida ese bonito regalo, yo sin duda estaría agradecida para siempre y no me preguntes cómo, porque a mí el cómo ya me dará igual una vez haya sido testigo de que tus ojos se han reflejado en los míos.

martes, 24 de septiembre de 2013

No deberías haberte molestado.

Aquella señora que siempre me deja pasar colándome en el súper por el hecho de llevar una simple botella de aceite  de oliva virgen extra.
No deberías haberte molestado.
Iban a cobrarmela igual, antes o después, y yo no iba a dejar propina de ninguna de las maneras.


Aquella vecina que me trae a casa una carta que se ha encontrado en el rellano de su escalera, en la que ponía mi nombre como destinatario.
No deberías haberte molestado.
Esa carta solo me ha traído malas noticias.
Esa carta no veía conveniente llegar a mis manos, al menos de momento, y tú, querida, no tienes otra cosa que hacer que ir cogiendo papelitos del suelo.


Ese que me invita a un chupito después de una comida en un buen restaurante, ¿ahora tengo que agradecérselo?

Ese chupito no es gratis, ese chupito va camuflado en la cuenta, ese chupito y un par de botellas.

Aquel hombre que me piropeó mientras andaba por la calle.
No debería haberse molestado.
Yo no pensaba devolverle siquiera una sonrisa, ni un guiño de ojos, ni me iba a pasear la lengua entre los labios, ni nada parecido.
Y más que subir la autoestima, hay ciertos piropos que te la bajan.

Esa que me dijo que había adelgazado, creyendo que eso me halagaba.
 No debería haberse molestado.
Yo siempre pensé que no hay nada más bonito que una mujer  con curvas.

Hay gente que ni come ni deja comer y hace cosas sin sentido creyendo que hacen bien.

Que todo el mundo comience a mantenerse al margen de mí, que me viene importando bien poco estupideces tales como éstas, y esto solo ha sido un light resumen.

Tengo paciencia.
 Sé que cartas están por llegar.
Cuando quiero un chupito yo me encargo de pedirlo.
No necesito piropos.
Y tengo varios espejos hermosos rodeando toda mi casa.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Y bueno.

Normalmente tiendo la ropa mojada en el tendedero del balcón de casa, que da a la galería.
Pero ahora has aparecido tú, haciéndome olvidar que existe la ropa y todo el vecindario piensa que me compré una secadora, y bueno...

Y claro.

Y si en algún momento quieres borrarme de tu mente será que nunca podrás hacerlo, porque el mero hecho de desearlo es causado por lo involuntario que se hace recordarme sin descanso.      
Y claro.
Duele.

viernes, 26 de julio de 2013

Mi querida madre, mi querida estrella.

En en cielo hay una estrella que ya no dejará de brillar.

Me pregunto a mi misma que haré si tú ya no estás.

Quien más me adoraba eras tú, y te has tenido que marchar.

Estoy triste por no poder verte más, te echo de menos ,y no puedo evitar llorar.

Sé que tengo que ser fuerte como tu me decías, se que debo sonreír aunque no pueda hacerlo todos los días. 

Recuerdo cuando me dijiste: tú, siempre serás mía.

Que oscura se me hace la noche y también el día, me pregunto si de verdad podrá haber de nuevo alegría.

Me siento débil, pero en el fondo oigo como me dices sonríe como lo hacías.

Tengo la certeza que desde donde estás me guías, que puedes verme y que quieres que de la vida me ría.


Que siga mi camino igual que tu lo hacías y también sé que me cuidas desde un poco más arriba.

Que si te quiero hablar, me dará igual a quién pueda despertar.

Solo estás tú, 


mi luz, 

mi querida madre, 

mi querida estrella.

domingo, 7 de abril de 2013

¡Yo no participo!

Y así pensando digo; dónde queda la Antonia que pasaba de hablar de amor y otras milongas, tampoco he tenido que buscar mucho para encontrarme, al fin y al cabo sigo en el mismo lugar de siempre, en las mismas especies de madrugadas raras.

 Paso, sí, paso de escribir hoy de amor y de amantes, de amados y enamorados.
Hoy no se muy bien por qué de pronto me han entrado unas ganas repentinas de escribir sobre el cine.

 ¿De qué van? Sí, aún recuerdo cuando pagaba 3 euros por entrar al cine de verano y encima me dejaban llevar cena. Y lo mejor es que aunque la peli no valiese siempre se podía esperar a ver el desenlace de la luna.

 ¿Y ahora? Ahora no se puede fumar, y tampoco hacer un pequeño comentario, porque el que está atrás te toca el hombro para reñirte y el pesado que da vueltas por el cine te echa.

 Eso sin hacer mención del precio de las entradas. Ah claro, menos los días festivos y día del espectador, que te las rebajan unos centimitos y supongo que eso hay que agradecerlo de alguna forma.

 ¿Eres estudiante? No, mira, yo trabajo. Ah, pues entonces tu pagas más. 

Tu ven todas las semanas al cine que nos vas a dar de comer, que aunque la peli no mole, el dinero ya no se te devuelve, la inversión ya está hecha y te vas a tu casa con cara de: ¿qué he hecho con mis 20 euros? porque las palomitas son un sagrado.

 Y como la peli sea en 3D ya puedes ir sacando un préstamo, que esos mareos causados por las gafas no se pagan solos.

 ¡Manda huevos!
 Yo ya empiezo a notar la caída de pelo.

 A mí no me engañan. Viva lo online. Viva mi cama. Viva mi copa de vino. Viva mi silencio. Viva mi soledad. Viva mi humo y mis stop para mear. Viva mi peli, que no me hace falta ver un trailer en tamaño gigante para que alguien me engañe a verla, y tampoco me es necesario que esté de estreno.
 Paso.

 Eso sí, a no ser que a algún buen caballero se le ocurra invitarme, ahí ya no me meto.

Anterior.

Cómo hacerme la valiente ante ti, pensando en decirte algún día a algo que no, si ni siquiera me das la oportunidad de poder rechazarte.

¿?

¿En qué momento dejaron las yemas de mis dedos de recorrer tus labios?

 ¿Cuándo decidimos qué no volverías a cogerme de la cintura?

 ¿A quién se le ocurrió la idea de separar nuestros pies bajo las sábanas?

 ¿Crees que alguien entendería que ya no enredes tus dedos en mi pelo?

 ¿Quién sabe por qué motivo dejé de acariciarte la nuca?

¿Puedes decirme cuál fue el momento exacto en el que dejé de darte las buenas noches?

 ¿Acaso crees que no lo echo de menos?

miércoles, 6 de marzo de 2013

Deportes de riesgo.

Aquel triple salto mortal que enlazó tus dedos en mi pelo han hecho que desde entonces me pique el corazón.
Ese tirabuzón que unió nuestras lenguas mojadas de lascivia crearon espasmos en mi cerebro.
Aquella caída libre de mis manos sobre tu cuerpo me llevaron a un éxtasis profundo que aún puede hacer el intento de saciarme.
Nadar en tus ojos fue recorrer todos los oceanos y además disfrutar de los paisajes que los envuelven.
Correr sobre tu cama aún me chasquea los oídos.
Cuando pienso en aquel pase con la izquierda que hicimos de placer , llevado desde mis labios hasta tu garganta, puedo notar un latido, un bombardeo en las sienes por las que navegas sin remedio, y caer al vacío de mis sentimientos, era lo mínimo que me podía pasar.
Pero no creo que sea hora ni deba lamentarme.
Aprendí a hacer deportes de riesgo contigo y sobre ti. Aprendí que no existía el rendirme ni el decir que eso no podía hacerlo.
Tú eres el mejor riesgo que podía haber y yo una arriesgada que no teme a seguir, que no teme a volver a hacer la maratón por ver un te quiero sincero en tu boca.
Que más da el riesgo, si siempre dijeron que el fin justificaba los medios, y si mi fin siempre has sido tú, cualquier medio me vale con tal de arriesgar contigo todo lo que sea necesario, cualquier cosa que se cruce ante mi camino me dará igual, porque de nuevo quiero tirarme desde lo más alto sin tener miedo a no caer sobre ti, porque si no es así, que más dará mi destino, que más me dará a mi donde caer. Si ya no estaría arriesgando todo por amarte de repente sin que te des cuenta.

Déjate de bobadas y vivamos arriesgando cada sentimiento solo por el amor que me une a practicarte, por el amor que me une a entrenar de tu arriesgado deporte.
Arriesga tu cuerpo en mis manos. El riesgo que corre es unicamente ser lamido, como si se tratase de un dedo al que acabo de impregnar en miel.

martes, 5 de marzo de 2013

Contigo me basta.

Me bastó verte para quedar impregnada de tu belleza.

 Me bastó conocerte para comprender el amor.

 Me bastó compartir mis cosas contigo en unas horas.

 Me bastó besarte para entender la delicadeza de un beso bien dado.

 Me bastó una caricia, para enloquecer, conocer la suavidad de una piel malhumorada por quien la dejara así.

Me bastó una sonrisa para serte graciosa y atractiva.

 Me bastó tu número de móvil para atreverme a verte.

 Me bastó tu mirada, para perderme en un mundo imperfecto que me hacía feliz por instantes.

Me bastó que me amaras en aquel rato para estar satisfecha.

Me bastó una cena contigo, para conocer un poquito tu vida.

Me bastó que me desearas y sentirlo terriblemente.

Me bastó ver tu cara para aprender de lo bonito, de lo perfecto.

 Me bastó conocerte, por aquel entonces no pedía nada más.

Pero ahora me he vuelto un poco inconformista, llámame caprichosa, o mejor, exigente.

Pero ya no me basta con una mirada, ni una caricia, ni una cena, ni nada que pueda durar un instante.

Ya no quiero ratos ni horas, solo quiero eternidades, no me apetece amarte por momentos, ni sentirme así.

Hace tiempo que dejé atrás las medias tintas, y ahora es cuando quiero toda una vida contigo.

Amándote hasta morir de dolor, amándote esperando lo mismo a cambio.

Sin nada que pueda anteponerse, y sin que el reloj te meta prisa.

Me da igual no llevar llaves de casa, que quiero quedarme aquí, a tu lado, viendo el mundo girar sin que me importe.

Que no me basta ya nada que no me sacie, quiero saciarme contigo, saciarme de ti, e iluminar tu vida con la mía y hacerte reir hasta llorar.

No me basta con nada que no sea contigo, con nada que no sea para siempre, y me atrevería a decir, si todo esto diese un vuelco, entonces si que me atrevería a decir que contigo me basta.

jueves, 28 de febrero de 2013

Buenos días, lluviosos.

Cataratas en mis ojos al sentir tus portazos en mi corazón.
Retumban mis sienes al pensar en ese adiós que me destrozó.
Me tiemblan las piernas al imaginar que esto un día pueda cambiar, que no daría yo para tener toda una vida en la que te pueda amar.
Si por mi fuera pasaría todos los días a tu lado, sin pensar que existe nada más.
Déjame quererte, que en mi mundo todo lo que tengo te lo voy a dar. 
Me enamoré de aquel timbre que tenía tu voz al pronunciar mi nombre, y del sabor de tus labios al rozar los míos
Ahora vivo enamorada de los recuerdos, nuestros recuerdos.
Invierno perdura por favor.
¿Quién me iba a dar a mi los buenos días si no eres tú? 

Hoy no me pondré el despertador. Hoy quiero despertar con tu risa al ver que llego tarde al trabajo.
No es que sea contradictorio, es que lo tiene todo.

jueves, 21 de febrero de 2013

Atrévete a no pensar.

Sería difícil permanecer en la cama todo el día ahora que te digo que te vas a morir, esperando que otra persona haga lo que tú deberías hacer o simplemente esperando a que todas las cosas se construyan solas.

Aprende de una vez, que nadie va a hacer nada por ti, que esta vida es solamente tuya, de nadie más.
Que si, vale, hay mucha gente que te quiere y que haría muchas cosas por ti, pero eso no quiere decir nada, además tampoco sabes si realmente estás en lo cierto.
Si no me crees, quédate un par de años más cruzada de brazos y compruébalo.
¿De veras serías capaz de intentar comprobarlo? ¡¡Vamos!!
 La gota que colma el vaso.
 ¿Te atreverías a no pensar sabiendo que en nada estarás camino a la muerte?
 ¿Te atreverías? Contestame.
 Pues por favor, esas personas que dicen que te quieren tanto, y que crees que harían cualquier cosa por ti, que cojan sus móviles si quieren ayudarte, y marquen tu número, que te llamen para decirte de mi parte, sin más preámbulos que te estás empezando a morir.

jueves, 14 de febrero de 2013

Ponme el despertador.

Buenas noches, ponme el despertador de tus labios a mi cuello en punto.
Buenos días, al final ha sonado el despertador de tus manos a mi espalda y cuarto.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Te escribo.

Te escribo por si algún día me pides que te lea.
 Te escribo por si al conocerte me pillas sin bolígrafo.
 Te escribo hoy por si se me hace tarde mañana.
 Te escribo ahora que no te conozco para que no dudes de mi desconocimiento sobre la belleza antes de que tu llegaras.
 Te escribo sin ver tu físico, le escribo a tu corazón.
 Te escribo ahora porque cuando te conozca no querré perder ni un segundo en nada que no sea acariciarte.
 Te escribo porque tú eres la única persona que se merece que le escriba sin conocerle.
 Te escribo porque me hace feliz imaginarte.
 Te escribo porque me ilusiona terriblemente escribirle al amor de mi vida aunque no le tenga.
 Te escribo porque sé que existes.
 Te escribo por el placer de un día poder recitarte.
 Te escribo ¿y qué hay más importante?
 Te escribo ¿y qué hay más especial que amarte sin saberte?
 Te escribo y te venero con mi papel al que me abrazo por no tener tu cuerpo.
 Te escribo y beso estas letras por no conocer tus labios.
 Te escribo y aunque hoy el te quiero se lo diga a un folio, cuando suene pronunciado será el te quiero más sincero que exista.
 Te escribo porque no puedo susurrarte.

jueves, 10 de enero de 2013

"PEQUEÑA"

Pequeña mía, aunque después de 22 años haga esto ahora, ¿sabes que te necesito para vivir verdad?

Que haría yo sin ti, que haría yo sin esos; no me da la gana, hazlo tú, déjame en paz, no me agobies, no te importa, vete por ahí.

Pero en fin, estás en la edad tonta, esa del pavo que dicen.

No te asustes ni te rías (aunque ambas cosas son difíciles que no ocurran), he empezado por lo malo para acabar este texto mucho más bonito, aunque siendo como eres, con tantos jaleos que llevas siempre, ni te sientas a leerlo.

Tampoco podría vivir sin ;
 ¿Anto? ¿eres tú? (cuando entro a casa de madrugada)
¿Anto? ¿me traes agua? (cuando me levanto al baño a las 4:00)
Anto, ¿me puedes peinar? (cuando tu pelo no tiene compostura)
¿Qué me puedo poner mañana? (cuando te vas de fiesta)
Antonia despierta, que es la hora (cuando tengo que llevarte al tren todas las mañanas)
Antonia dile a la abuela que me haga la leche (porque dices que a mi me sale mala)
Anto, abre tú (cuando estás whatsappeando en el sofá)

Tampoco podría vivir sin ese WhatsApp pidiéndome que te lleve al Burguer, en el que me describes a la perfección la hamburguesa. Queso fundido, sabor único, coca-cola , pan crujiente. (Y todo para que no pueda resistirme y te lleve.)

Tranquilaaaaaaaa.

Que sigo sin haber terminado, aún hay más.

¿Sabes sin qué cosas no concibo la vida?

Sin tus buenos días, sin tus buenas noches, sin escuchar tu música de fondo al final del pasillo, en tu habitación. Sin escucharte decir lo mucho que echas de menos a nuestra Divina, sin que me preguntes si saliva es con "v" o "b", o si moratón lleva tilde, sin esos WhatsApp que me mandas a deshoras haciéndome reir con ocurrencias que solo pueden venir de ti.

Tampoco concibo la vida sin tu toalla medio mojada encima de la mía en el baño, no la concibo sin tu compañía en los largos días de compras, sin tus cómprame, o sin tu: ¿me regalas...?

¿Qué no te compraría yo a ti pequeña?
¿Qué no te regalaría?

Si por mí fuera, te regalaría toda la paz y salud existentes.

Le diría al destino de tu vida, que te tratara lo mejor posible, que la vida fuese fácil para ti, que te amaran mucho y muy correspondido, que fueses lo más feliz posible en definitiva.

Porque si fuese necesario, daría todo por ti , hasta mi vida, solo porque tu conservaras la tuya, y créeme que esto, no son palabras en vano, ya me conoces.

Si pudiera firmar para que tus ojos no llorasen jamás de dolor, para que tus manos y tu cuerpo nunca tengan que esforzarse demasiado, para que no te molesten las entrañas algunos amores pasajeros.
Si pudiera firmar en algún folio que me garantizara que tendrás todo aquello que mereces, deseas, todo aquello a lo que te aferras.

Desde este rincón te digo, que te seré tan fiel como nivel de fidelidad exista, te seré leal, te seré sincera toda mi vida, y nunca, nunca, por encima de cualquier cosa, te fallaré.

Jamás te sientas sola, ni tengas miedo, yo no te abandono, yo siempre estaré a tu lado para protegerte cuando me necesites.

Creo que ya te ha quedado más claro la pregunta que te hice al principio, ¿verdad?

Pues eso, hermana.

Que te necesito para vivir.


martes, 1 de enero de 2013

2000 TRECE

Buenas noches.
Primera noche de un nuevo año, primera noche de nuevas ilusiones, de nuevos proyectos y sueños.
Primera noche de muchas preciosas noches, primera noche de amor, primera noche de paz, alegría, de prosperidad.
Primera noche de esperanzas y encuentros.

Hay cosas que han salido muy mal, hay muchas cosas en las que he fallado, hay gente a la que he mentido, a otras personas le puse mala cara cuando no lo merecían, y abracé a quien no debía, he reído como una niña, y también he llorado como tal.

Es un año para olvidar cualquier mal recuerdo y pensar en un futuro mejor, me arriesgaré a perder, para tener oportunidad de ganar.

Porque para poder beber un buen vaso de vino, hay que romper un racimo de uva, y he pensado que si en algo no puedo correr, trotaré, y si por cualquier motivo no puedo trotar, caminaré.

Porque un día afronté la pena de partir o de quienes parten, por eso hoy puedo conocer la alegría de cualquier regreso y de quienes se quedan.

Hoy perdono, hoy me perdono hasta a mi misma.

Solo enseñando aprenderé, y solo comprendiendo seré comprendida.

Y mientras tengo esta especie de campaña interior,  me libro de rencores y resentimientos.
Todo lo malo lo tomaré como una lección, lo malo se desvanece como la nieve ante una suave caricia del sol.

Ahora sé por qué cosas y por qué personas sería capaz de morir, o lo que es lo mismo, ahora sé por qué y por quienes vivo.

Feliz Año.

jueves, 5 de julio de 2012

Gracias.

Normalmente de mañana no me da tiempo a pensar en gilipolleces tales como las que estoy pensando ahora. Suelo hacerlo cuando el sol cae o directamente de madrugada cuando mi siesta me dice que es hora de ir dejando nuestra relación, pero mira, una no manda en lo que piensa y no tengo más remedio que llevar a cabo estos pensamientos. Perdonad eh.

Solo quería tirar un poco las cosas que llevo dentro, empezar a escupir sin más miramientos.
Contarlo TODO para que ni la persona más insignificante de mi vida tenga dudas o pueda malinterpretar según qué reacciones. Pero me parece que es ahí donde prima la educación y los valores de cada cual. El saber dónde y cómo hay que contarlo TODO.

A día de hoy quería agradecer a esas personas que no se han separado de mí ni un segundo, que cada día se han molestado en preguntar como estoy y en prestarme su mano, su ayuda y todo lo que he necesitado.
Darles las gracias de todo corazón por el apoyo que he sentido, y pediros disculpas por querer llevarlo a cabo todo sola  y enfrentarme a situaciones difíciles sin querer meteros por medio, sin querer que nadie de los que me habéis apoyado os sintieseis dentro de esto.
Al fin y al cabo, esto únicamente es mío, únicamente es mi problema, problema que se ha podido resolver gracias a la verdad.
Después de la tormenta llega la calma.
Solo una cosa más, nunca busqué que me creyeran o me apoyaran, porque eso es demasiado fácil,  no creáis que me afecta que según quién no lo haga, lo respeto totalmente y creedme que duermo exactamente igual de bien que si lo hiciesen.
Buen fin de semana.

martes, 27 de diciembre de 2011

Es por eso.

Escribo por mí, por el desahogo; escribo por ti, por si te ves reflejado, por si sonríes, por si te arranco un pellizco, un escalofrío.

lunes, 21 de noviembre de 2011

"ESTUPIDECES VARIAS"

Miradas tristes

gestos apagados

palabras sin sentido

frases inexplicables

pasos lentos

rumbo perdido

dirección desconocida

destino indefinido

incoherencias visibles

manos sin fuerza

huesos de cristal

dedos débiles

brazos caídos

piernas cansadas

nuca tensa

nervios en el estómago

temblor de rodillas

codos inflamados

ojeras

nalgas frías

sudor en la frente

picor de pubis

mezcla de sensaciones

deseo sexual

falta de apetito

ganas de comer

pretender domarte

querer besarte

no poder dejar de pensarte

besos al aire

sonrisas perdidas

dedicando mi boca a las horas muertas

abrazando al vacío

llorando a la soledad

amando al abandono

queriendo a la pena

sufriendo por ella

conjunto de vibraciones

no poderte casi mirar

no poderte tocar

dolor de pulsos

corazón convulso

sabor a vino tinto en mis labios

súplicas silenciosas

ruegos insonoros

miradas invisibles

piernas infinitas

acercamientos tontos

manos sin uso

paso de caracol

envejeciendo con el cangrejo

ojos penetrantes

boca apetecible

labios resbaladizos

lengua de gelatina

cuerpo deseoso

cruce de miradas

éxtasis

calambre

apagón

relámpago en el pecho

lluvia sobre mi cuerpo

sensaciones difíciles

sensaciones no acabadas

cruce de piernas

sudor de manos

juegos indistintos

conversaciones variadas

subconsciente atento

memoria selectiva

memoria

jodida memoria

tiempos jóvenes

pensamientos de mierda

imágen de mi vida

quejas

delirios salvajes

chillidos infernales 

suspiros intensos

sollozos interiores

miércoles, 8 de septiembre de 2010

TIC TAC

Tic tac, tic tac, tic tac.
Pasan los segundos y yo aquí, pensando en algo que seguro que todos hemos pensado alguna vez: ¿me he planteado si estoy aprovechando mi vida con sentido o la estoy dejando pasar?
Veo correr las horas, quitándole importancia al tic tac del reloj que, cada segundo me recuerda que el anterior ya ha pasado.

Pues bien, hoy puedo decir con mucha firmeza que estoy muy a gusto conmigo misma, me siento fuerte, capaz de soportarlo todo, o casi todo, me he caído muchas veces, pero he remontado el vuelo y os puedo asegurar que no es fácil, nada fácil.

Vida solo hay una, y la estoy disfrutando por ti, por quién me la dio, porque creo que no hay nada más bonito que sentir y poder recordar.
 Esos recuerdos que te hacen sonreír, reír o incluso enfadarte por haberlos recordado.
Personalmente y por experiencia, normalmente suelo recordar los buenos momentos.

Hoy por ti y mañana por ti.

Siempre pequé de tonta.
A ratos, inquietante me reto a mi misma, pero después, vuelvo a ser yo.
La misma Antonia que día tras día se levanta malhumorada porque el tic tac se ha convertido en un ring ring, pero con los minutos y tras despegarme de la cama vuelvo a estar enamorada de la vida.