sábado, 25 de abril de 2015

Menstruación y otras pasiones.

Con el pantalón de raso a la altura de las rodillas, los calcetines de rayas dejan en evidencia mis dedos de los pies. Camiseta fea de propaganda barata cubriendo mis pechos doloridos y una bata que me asfixia el cuerpo, el alma, la vida, y cualquier cosa digna de ser asfixiada.

Los colores los dejo para otra ocasión, por que ya són para caerte de espaldas, o de costado, y los goles, los goles por la escuadra ya ni los recuerdo, ni quiero, ni pretendo, me sonrojo, me enloquezco.
Y no.
Que no.

Sabéis que tengo pasión por la luz tenue.
Por ello adoro el amanecer, y aunque siempre nombre el atardecer, no lo prefiero.
Nada como ver salir el sol.
Nada como oler a mañana, a temprano, a silencio, oler a paz, a frescura.
Es lo que quiero ahora, de tal modo que cerraré los ojos.
Para ver el amanecer lo antes posible y con la excusa recordarte.
Como si yo fuese mujer de excusas.

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