jueves, 28 de febrero de 2013

Buenos días, lluviosos.

Cataratas en mis ojos al sentir tus portazos en mi corazón.
Retumban mis sienes al pensar en ese adiós que me destrozó.
Me tiemblan las piernas al imaginar que esto un día pueda cambiar, que no daría yo para tener toda una vida en la que te pueda amar.
Si por mi fuera pasaría todos los días a tu lado, sin pensar que existe nada más.
Déjame quererte, que en mi mundo todo lo que tengo te lo voy a dar. 
Me enamoré de aquel timbre que tenía tu voz al pronunciar mi nombre, y del sabor de tus labios al rozar los míos
Ahora vivo enamorada de los recuerdos, nuestros recuerdos.
Invierno perdura por favor.
¿Quién me iba a dar a mi los buenos días si no eres tú? 

Hoy no me pondré el despertador. Hoy quiero despertar con tu risa al ver que llego tarde al trabajo.
No es que sea contradictorio, es que lo tiene todo.

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