domingo, 3 de diciembre de 2017

Invierno.

Hola.
Después de varios meses sin dar señales de vida por aquí, he vuelto.

El invierno está malhumorado. No quiere oír hablar de tiempo estable.
Comienza la guerra con las estufas, pero ya sabéis quién va a salir ganando.

Acabamos quitando la calefacción. O bien por lo que consume o por el dolor de cabeza que provoca.
Solo me queda aguantar con estas manos y pies perdiendo la guerra.

Estoy helada, y os juro que meterme el pantalón por dentro de los calcetines no me hace nada.
Hace tiempo que vengo tiritando por no tener tu abrigo, y moriré congelada.

Da igual que sea invierno o verano, el caso es que sin ti hay escarcha en mi piel y tengo que ponerle cadenas a mis piernas, piernas que se resbalan al llegar a cualquier cuesta dirigida hacia un nuevo corazón.
Es lo que tienen los cambios de estación.

Llueve, y como siempre no a gusto de todos.

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