martes, 5 de marzo de 2013

Contigo me basta.

Me bastó verte para quedar impregnada de tu belleza.

 Me bastó conocerte para comprender el amor.

 Me bastó compartir mis cosas contigo en unas horas.

 Me bastó besarte para entender la delicadeza de un beso bien dado.

 Me bastó una caricia, para enloquecer, conocer la suavidad de una piel malhumorada por quien la dejara así.

Me bastó una sonrisa para serte graciosa y atractiva.

 Me bastó tu número de móvil para atreverme a verte.

 Me bastó tu mirada, para perderme en un mundo imperfecto que me hacía feliz por instantes.

Me bastó que me amaras en aquel rato para estar satisfecha.

Me bastó una cena contigo, para conocer un poquito tu vida.

Me bastó que me desearas y sentirlo terriblemente.

Me bastó ver tu cara para aprender de lo bonito, de lo perfecto.

 Me bastó conocerte, por aquel entonces no pedía nada más.

Pero ahora me he vuelto un poco inconformista, llámame caprichosa, o mejor, exigente.

Pero ya no me basta con una mirada, ni una caricia, ni una cena, ni nada que pueda durar un instante.

Ya no quiero ratos ni horas, solo quiero eternidades, no me apetece amarte por momentos, ni sentirme así.

Hace tiempo que dejé atrás las medias tintas, y ahora es cuando quiero toda una vida contigo.

Amándote hasta morir de dolor, amándote esperando lo mismo a cambio.

Sin nada que pueda anteponerse, y sin que el reloj te meta prisa.

Me da igual no llevar llaves de casa, que quiero quedarme aquí, a tu lado, viendo el mundo girar sin que me importe.

Que no me basta ya nada que no me sacie, quiero saciarme contigo, saciarme de ti, e iluminar tu vida con la mía y hacerte reir hasta llorar.

No me basta con nada que no sea contigo, con nada que no sea para siempre, y me atrevería a decir, si todo esto diese un vuelco, entonces si que me atrevería a decir que contigo me basta.

No hay comentarios: