miércoles, 13 de noviembre de 2013

No pretendia nada más.

Si algo pretendía de tu risa, era potenciarla.

Si algo quería de tus ojos, era una mirada.

Si algo me apetecía de ti, eras tú.

Si algo pretendía de tus manos, era una caricia.

Si algo quería de tu cuerpo, era tu piel.

Si algo me apetecía de tus sentimientos, es que fuesen por mí.

Si algo pretendía de tu cuello, era su aroma.

Si algo quería de tus piernas, es que andaran junto a mí.

Si algo pretendía de tu vida, era que la compartieses conmigo.

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