jueves, 30 de julio de 2015

Loca

Es incontrolable escribir lo más maravilloso cuando te observo.

Me atrevo a decirte que es tan inmenso como tú esto que siento.

Casi siento que tu lejanía no tiene fin, como el cariño que te tengo. Pero yo puedo hasta olerte y tener la sensación de que al hacerlo vuelo.

Te sueño infinitamente cuando no te veo, y cuando estás, tu vida reflejada en mi iris le da sentido a la mía.
Peculiar guapura arropada en tiernas y cálidas noches.
Que pensarás tú del frío, del calor.

Te empeñas en esconderte cuando más te necesito y aún sigo preguntándome de qué color tienes los ojos.

Venga, no seas tímida y sal a divertirte. Mira como te envidian todas las estrellas, eres la más hermosa de todas ellas.
Eres la envidia del firmamento.

Eres miedosa cuando hay tormenta.
Te paras a pensar pero, a veces tienes ganas de juerga y sales de más, dejándote ver durante el día, mirando de reojo como si fueses un gato transparente y entonces compartes tu misterio con el universo entero.

Tú. Que estuviste en todos los amaneceres.
Tú. Que has visto del mundo el atardecer.
Tú. Que a cada tejado pusiste un nombre.
Tú. Que la lluvia inundar mil ciudades viste.
Tú. Que cada madrugada conoces.

No sé si me observas, no sé si me miras, pero me conformo con saber que al menos puedes verme.

Eres bonita, el mayor desafío para cualquier monumento.

Yo no te miro, yo enamoro a mis ojos de ti.

Tú, testigo de cada carcajada, de cada lágrima.
Supongo que te vas a quedar, ¿no?
Al menos una vez más.
Júrame que podré verte siempre desde la ventana.


Si tú no existieras, sentiría que me han arrebatado la noche.

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