lunes, 27 de abril de 2015

A mi manera.

Un día alguien me preguntó si sabía lo que era el amor.
Mi subconsciente y yo le hicimos la misma pregunta a mi corazón.
Mi corazón respondió con un si rotundo, añadió que él había llorado muchas veces de amor, que había echado mucho de menos, había besado hasta agotarse de saliva, había acariciado hasta desgastarse las palmas de las manos, que mil veces dijo te amo y otras tantas hizo el amor.

Sabía el significado de preparar comida para dos, planificar viajes, escapadas, sabía la importancia que tenía una mirada en un momento dado, sabía de la necesidad de algunos abrazos.

Esta respuesta, la de mi corazón, se hizo en pocos minutos, en cambio, mi cabeza y yo tardamos un poco más en contestar, pero lo hicimos, y le dije a ese alguien: 
No.

Nunca he estado enamorada, jamás he derramado una lágrima por nadie, nunca he sentido la sensación de echar de menos. Le dije que nunca había sentido realmente una caricia, ni un beso, que mis labios jamas había pronunciado un te amo y porsupuesto, nunca le hice el amor a nadie.

No tuve la oportunidad de hacer comida para dos, ni planifiqué ninguna escapada romántica. Jamás obtuve una mirada de amor en un momento dado, ni sabía lo que era que me abrazaran cuando más lo necesitaba.

A veces tenemos la manía de decir todo lo contrario a lo que realmente sentimos y pensamos,
simplemente por hacernos las fuertes, entre otras cosas.
Que absurdo.

Seguro que ante una respuesta así nadie me creería, todavía menos quien me conoce, y mucho menos quien me conoce aún más.

Quién no ha llorado por amor señorxs.
Quién no ha preparado café para dos.
Y podría no parar de decir cosas que todos alguna vez hicimos. Con esto no quiero decir que sean cosas correspondidas, ese es otro tema.
Y así, la vida está llena de mentiras, de verdades a medias.
Realmente si no fuese así todo sería muy aburrido.
Al fin y al cabo, hemos venido a vivir, con lo cual que cada unx lo haga a su manera.
O a la de dos.

No hay comentarios: