miércoles, 13 de noviembre de 2013

No pretendia nada más.

Si algo pretendía de tu risa, era potenciarla.

Si algo quería de tus ojos, era una mirada.

Si algo me apetecía de ti, eras tú.

Si algo pretendía de tus manos, era una caricia.

Si algo quería de tu cuerpo, era tu piel.

Si algo me apetecía de tus sentimientos, es que fuesen por mí.

Si algo pretendía de tu cuello, era su aroma.

Si algo quería de tus piernas, es que andaran junto a mí.

Si algo pretendía de tu vida, era que la compartieses conmigo.

Me apagaste de un soplido.

¿Dónde están todos aquellos sueños que no se cumplieron?
¿Dónde quedaron las palabras que no fueron nunca escuchadas?
¿Qué fue de los silencios que no fueron comprendidos?
 ¿Quién sabe dónde están esas manos que se entrelazaron soltándose segundos después para siempre?
¿Donde están las lágrimas que nadie vio salir?
¿Dónde está el amor que un día sentí?
¿Qué fue de los gemidos que acortaban las tardes frías de noviembre?
Aún no sé nada del aire, ese que envolvía mi pelo cuando el cielo estaba gris.
Las fotos que nos hicimos a la luz de la Luna se volvieron oscuras, muy oscuras, como yo, desde que me apagaste de un soplido.

sábado, 12 de octubre de 2013

Simplemente.

Me cansé de no verte al despertar.
Y ahora, simplemente dejo que mis ojos se abran.

.

Fúmate mis sueños que yo quiero que aparezcas " colocado '' en todas mis realidades.

Xx

jueves, 10 de octubre de 2013

Déjame.

Déjame decirle a tus manos lo bonito que es el mundo.

Déjame susurrarle a tus sueños que todo puede hacerse realidad.

Déjame hablarle a la Luna de tu mirada.

Déjame avisarla del próximo eclipse que sufrirá cuando tú abras los ojos.

Miedo.

No se que está pasando.
En algunos momentos creí ser una débil y luego, la vida me sorprendió siendo todo lo contrario.

Lo jodido es cuando ocurre al revés.

Estoy harta del miedo, porque lo tengo, aunque no te voy a decir a qué o por qué, pero lo tengo, y me jode, me limita y me frena en cientos de cosas.

Soy una miedosa, y hasta un poco cobarde, o mucho. Lo reconozco. Reconozco que debo reconocerlo. Supongo que es el primer paso para serlo un poco menos.

 Dicen que la mejor forma de superar tus miedos es enfrentándote a ellos. 
Quizás, aunque a veces son ellos los que nos plantan cara a nosotros y no le queda a una más remedio que defenderse como buenamente puede o sabe.
Que os voy a contar a vosotr@s.
Si sois todo@s un@s cagad@s.
Y yo la primera.

martes, 8 de octubre de 2013

Otoño.

Eres como este otoño que me atormenta con este calor que perdura en mi cuerpo, haciéndome creer que nunca lo echaré de menos, por insistente.

Me hace dudar cuando veo un poco de luz pensando que podré ir a la playa. Creyendo que me puedo bañar en ti con la misma libertad que en verano.
Y cuando menos lo espero, cuando más tranquila estoy en mi cama, comienzo a llorar. 
Comienza a llover, pero solo me dura un rato, el rato que tarda en cambiar mi humor, en cambiar el tiempo para volver a asfixiarme a mitad de la noche, recordándome que las hojas de los árboles se caen en otoño, pero eso no quiere decir que no caigan en otras temporadas.

 Y claro, el otoño ha venido, y no tardará en pasar. Lo hará desapercibido para todo el mundo menos para mi, es mi estación preferida, aunque me mate de calor cuando no debe, aunque me haga dudar, aunque me vuelva indecisa y de hoja caduca.

lunes, 7 de octubre de 2013

Esto te va a doler.

Esto te va a doler de la misma manera que me duele a mí.
Te hará llorar exactamente igual que lloro yo.
Me echarás de menos casi tanto como yo a ti.
Desearás mis besos, mis caricias y mis abrazos, cada momento, cada rato a solas, o en cada equivocada compañía
Querrás volver a tener mis buenos días y noches, mis atenciones, mi tiempo, como yo quisiera tener el tuyo.
Te preguntarás el por qué, como yo me atormento con cualquier gesto.
Necesitarás volver a decirme lo dulce que te parezco y te apetecerá estar acurrucado junto a mí.

Todo se desvanece con la facilidad exacta que yo tengo de desearte.
Me apetece estar en ti, sentir, sin preguntas, sin explicaciones, solo sentir.

Sentirte.

viernes, 4 de octubre de 2013

Me encantaría.

Me encantaría tenerte ahora mismo delante para decirte que siempre quise ser el motivo de tu sonrisa.

Quisiera ser la almohada en la que te acunes todas las noches. El gato al que te abraces. El vaso del que bebas. La tostada en la que untes la confitura de tomate. El agua que te resbala en tu mañana. La toalla que te seque. La goma que te trence. Las botas que te lleven. El cigarrillo que te fumes. El techo que te ve amanecer. La canción que tararees. El sol que te enrojece la piel. Un chiste malo que te haga reír. La Luna reflejada en tu mirada. El viento acariciando de una vez todo tu cuerpo. La lluvia que te mima. Ser tu ombligo para estar justo en el centro de ti, para tenerte a partes iguales. Tu ropa, para quitar todas tus vergüenzas. Tu anillo para llevarte siempre de la mano. Tus lágrimas para recorrer tu mejilla y dormir en tus labios.
Me encantaría tenerte ahora mismo delante para ser tu vida y entonces yo, poder simplemente vivir.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Alguien en tu vida.

Hace tiempo que vengo deseando ser alguien en tu vida.
Aunque sea esa que te cruza la mirada en el metro, o la que te sirva el café en la terraza de toda la vida.
Me gustaría ser consciente de que sabes que existo y así poder vivir algo más tranquila, para no quedarme en esta incertidumbre de pensar que igual si me conocieras todo podría ser diferente, o no, pero, ¿y si lo fuese?
Tendré que aprender a vivir con este tormento, ya que aún no me decidí a meterle prisa al reloj, ni a anticiparme a los acontecimientos, todavía poseo esa cobardía que me hace observarte desde un segundo plano, desde la ventana, desde cualquier sitio donde no me puedas ver.
Que suerte tiene todo aquel que un día se atrevió a mirarte a los ojos para dedicarte un saludo, que valiente, fue totalmente inconsciente de que un hecho cotidianamente normal a mi podía suponerme tantísimo.
 Ahí comprendí que la valentía, como casi todo en la vida, es muy relativa, porque no todos tenemos los mismos miedos ni las mismas vergüenzas.
Me posaré en cualquier rincón de tus alrededores viendo la vida correr, esperando una fuerte ventolera para que me ayude de un empujón a enfrentarme a ti.
Que me llene de valentía.
 Porque tu eres mi mayor miedo.
 Pero también mi mayor ilusión.
 Mi meta.
Un motivo de superación.
 He ganado muchos combates.
¿Por qué no iba a ganar este?
O quién sabe si al final es el destino el que elige que debes ser tú quien irremediablemente me dedique un acto de cortesía.
Ojalá me diese la vida ese bonito regalo, yo sin duda estaría agradecida para siempre y no me preguntes cómo, porque a mí el cómo ya me dará igual una vez haya sido testigo de que tus ojos se han reflejado en los míos.

martes, 24 de septiembre de 2013

No deberías haberte molestado.

Aquella señora que siempre me deja pasar colándome en el súper por el hecho de llevar una simple botella de aceite  de oliva virgen extra.
No deberías haberte molestado.
Iban a cobrarmela igual, antes o después, y yo no iba a dejar propina de ninguna de las maneras.


Aquella vecina que me trae a casa una carta que se ha encontrado en el rellano de su escalera, en la que ponía mi nombre como destinatario.
No deberías haberte molestado.
Esa carta solo me ha traído malas noticias.
Esa carta no veía conveniente llegar a mis manos, al menos de momento, y tú, querida, no tienes otra cosa que hacer que ir cogiendo papelitos del suelo.


Ese que me invita a un chupito después de una comida en un buen restaurante, ¿ahora tengo que agradecérselo?

Ese chupito no es gratis, ese chupito va camuflado en la cuenta, ese chupito y un par de botellas.

Aquel hombre que me piropeó mientras andaba por la calle.
No debería haberse molestado.
Yo no pensaba devolverle siquiera una sonrisa, ni un guiño de ojos, ni me iba a pasear la lengua entre los labios, ni nada parecido.
Y más que subir la autoestima, hay ciertos piropos que te la bajan.

Esa que me dijo que había adelgazado, creyendo que eso me halagaba.
 No debería haberse molestado.
Yo siempre pensé que no hay nada más bonito que una mujer  con curvas.

Hay gente que ni come ni deja comer y hace cosas sin sentido creyendo que hacen bien.

Que todo el mundo comience a mantenerse al margen de mí, que me viene importando bien poco estupideces tales como éstas, y esto solo ha sido un light resumen.

Tengo paciencia.
 Sé que cartas están por llegar.
Cuando quiero un chupito yo me encargo de pedirlo.
No necesito piropos.
Y tengo varios espejos hermosos rodeando toda mi casa.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Y bueno.

Normalmente tiendo la ropa mojada en el tendedero del balcón de casa, que da a la galería.
Pero ahora has aparecido tú, haciéndome olvidar que existe la ropa y todo el vecindario piensa que me compré una secadora, y bueno...

Y claro.

Y si en algún momento quieres borrarme de tu mente será que nunca podrás hacerlo, porque el mero hecho de desearlo es causado por lo involuntario que se hace recordarme sin descanso.      
Y claro.
Duele.

viernes, 26 de julio de 2013

Mi querida madre, mi querida estrella.

En en cielo hay una estrella que ya no dejará de brillar.

Me pregunto a mi misma que haré si tú ya no estás.

Quien más me adoraba eras tú, y te has tenido que marchar.

Estoy triste por no poder verte más, te echo de menos ,y no puedo evitar llorar.

Sé que tengo que ser fuerte como tu me decías, se que debo sonreír aunque no pueda hacerlo todos los días. 

Recuerdo cuando me dijiste: tú, siempre serás mía.

Que oscura se me hace la noche y también el día, me pregunto si de verdad podrá haber de nuevo alegría.

Me siento débil, pero en el fondo oigo como me dices sonríe como lo hacías.

Tengo la certeza que desde donde estás me guías, que puedes verme y que quieres que de la vida me ría.


Que siga mi camino igual que tu lo hacías y también sé que me cuidas desde un poco más arriba.

Que si te quiero hablar, me dará igual a quién pueda despertar.

Solo estás tú, 


mi luz, 

mi querida madre, 

mi querida estrella.

domingo, 7 de abril de 2013

¡Yo no participo!

Y así pensando digo; dónde queda la Antonia que pasaba de hablar de amor y otras milongas, tampoco he tenido que buscar mucho para encontrarme, al fin y al cabo sigo en el mismo lugar de siempre, en las mismas especies de madrugadas raras.

 Paso, sí, paso de escribir hoy de amor y de amantes, de amados y enamorados.
Hoy no se muy bien por qué de pronto me han entrado unas ganas repentinas de escribir sobre el cine.

 ¿De qué van? Sí, aún recuerdo cuando pagaba 3 euros por entrar al cine de verano y encima me dejaban llevar cena. Y lo mejor es que aunque la peli no valiese siempre se podía esperar a ver el desenlace de la luna.

 ¿Y ahora? Ahora no se puede fumar, y tampoco hacer un pequeño comentario, porque el que está atrás te toca el hombro para reñirte y el pesado que da vueltas por el cine te echa.

 Eso sin hacer mención del precio de las entradas. Ah claro, menos los días festivos y día del espectador, que te las rebajan unos centimitos y supongo que eso hay que agradecerlo de alguna forma.

 ¿Eres estudiante? No, mira, yo trabajo. Ah, pues entonces tu pagas más. 

Tu ven todas las semanas al cine que nos vas a dar de comer, que aunque la peli no mole, el dinero ya no se te devuelve, la inversión ya está hecha y te vas a tu casa con cara de: ¿qué he hecho con mis 20 euros? porque las palomitas son un sagrado.

 Y como la peli sea en 3D ya puedes ir sacando un préstamo, que esos mareos causados por las gafas no se pagan solos.

 ¡Manda huevos!
 Yo ya empiezo a notar la caída de pelo.

 A mí no me engañan. Viva lo online. Viva mi cama. Viva mi copa de vino. Viva mi silencio. Viva mi soledad. Viva mi humo y mis stop para mear. Viva mi peli, que no me hace falta ver un trailer en tamaño gigante para que alguien me engañe a verla, y tampoco me es necesario que esté de estreno.
 Paso.

 Eso sí, a no ser que a algún buen caballero se le ocurra invitarme, ahí ya no me meto.

Anterior.

Cómo hacerme la valiente ante ti, pensando en decirte algún día a algo que no, si ni siquiera me das la oportunidad de poder rechazarte.

¿?

¿En qué momento dejaron las yemas de mis dedos de recorrer tus labios?

 ¿Cuándo decidimos qué no volverías a cogerme de la cintura?

 ¿A quién se le ocurrió la idea de separar nuestros pies bajo las sábanas?

 ¿Crees que alguien entendería que ya no enredes tus dedos en mi pelo?

 ¿Quién sabe por qué motivo dejé de acariciarte la nuca?

¿Puedes decirme cuál fue el momento exacto en el que dejé de darte las buenas noches?

 ¿Acaso crees que no lo echo de menos?

miércoles, 6 de marzo de 2013

Deportes de riesgo.

Aquel triple salto mortal que enlazó tus dedos en mi pelo han hecho que desde entonces me pique el corazón.
Ese tirabuzón que unió nuestras lenguas mojadas de lascivia crearon espasmos en mi cerebro.
Aquella caída libre de mis manos sobre tu cuerpo me llevaron a un éxtasis profundo que aún puede hacer el intento de saciarme.
Nadar en tus ojos fue recorrer todos los oceanos y además disfrutar de los paisajes que los envuelven.
Correr sobre tu cama aún me chasquea los oídos.
Cuando pienso en aquel pase con la izquierda que hicimos de placer , llevado desde mis labios hasta tu garganta, puedo notar un latido, un bombardeo en las sienes por las que navegas sin remedio, y caer al vacío de mis sentimientos, era lo mínimo que me podía pasar.
Pero no creo que sea hora ni deba lamentarme.
Aprendí a hacer deportes de riesgo contigo y sobre ti. Aprendí que no existía el rendirme ni el decir que eso no podía hacerlo.
Tú eres el mejor riesgo que podía haber y yo una arriesgada que no teme a seguir, que no teme a volver a hacer la maratón por ver un te quiero sincero en tu boca.
Que más da el riesgo, si siempre dijeron que el fin justificaba los medios, y si mi fin siempre has sido tú, cualquier medio me vale con tal de arriesgar contigo todo lo que sea necesario, cualquier cosa que se cruce ante mi camino me dará igual, porque de nuevo quiero tirarme desde lo más alto sin tener miedo a no caer sobre ti, porque si no es así, que más dará mi destino, que más me dará a mi donde caer. Si ya no estaría arriesgando todo por amarte de repente sin que te des cuenta.

Déjate de bobadas y vivamos arriesgando cada sentimiento solo por el amor que me une a practicarte, por el amor que me une a entrenar de tu arriesgado deporte.
Arriesga tu cuerpo en mis manos. El riesgo que corre es unicamente ser lamido, como si se tratase de un dedo al que acabo de impregnar en miel.

martes, 5 de marzo de 2013

Contigo me basta.

Me bastó verte para quedar impregnada de tu belleza.

 Me bastó conocerte para comprender el amor.

 Me bastó compartir mis cosas contigo en unas horas.

 Me bastó besarte para entender la delicadeza de un beso bien dado.

 Me bastó una caricia, para enloquecer, conocer la suavidad de una piel malhumorada por quien la dejara así.

Me bastó una sonrisa para serte graciosa y atractiva.

 Me bastó tu número de móvil para atreverme a verte.

 Me bastó tu mirada, para perderme en un mundo imperfecto que me hacía feliz por instantes.

Me bastó que me amaras en aquel rato para estar satisfecha.

Me bastó una cena contigo, para conocer un poquito tu vida.

Me bastó que me desearas y sentirlo terriblemente.

Me bastó ver tu cara para aprender de lo bonito, de lo perfecto.

 Me bastó conocerte, por aquel entonces no pedía nada más.

Pero ahora me he vuelto un poco inconformista, llámame caprichosa, o mejor, exigente.

Pero ya no me basta con una mirada, ni una caricia, ni una cena, ni nada que pueda durar un instante.

Ya no quiero ratos ni horas, solo quiero eternidades, no me apetece amarte por momentos, ni sentirme así.

Hace tiempo que dejé atrás las medias tintas, y ahora es cuando quiero toda una vida contigo.

Amándote hasta morir de dolor, amándote esperando lo mismo a cambio.

Sin nada que pueda anteponerse, y sin que el reloj te meta prisa.

Me da igual no llevar llaves de casa, que quiero quedarme aquí, a tu lado, viendo el mundo girar sin que me importe.

Que no me basta ya nada que no me sacie, quiero saciarme contigo, saciarme de ti, e iluminar tu vida con la mía y hacerte reir hasta llorar.

No me basta con nada que no sea contigo, con nada que no sea para siempre, y me atrevería a decir, si todo esto diese un vuelco, entonces si que me atrevería a decir que contigo me basta.

jueves, 28 de febrero de 2013

Buenos días, lluviosos.

Cataratas en mis ojos al sentir tus portazos en mi corazón.
Retumban mis sienes al pensar en ese adiós que me destrozó.
Me tiemblan las piernas al imaginar que esto un día pueda cambiar, que no daría yo para tener toda una vida en la que te pueda amar.
Si por mi fuera pasaría todos los días a tu lado, sin pensar que existe nada más.
Déjame quererte, que en mi mundo todo lo que tengo te lo voy a dar. 
Me enamoré de aquel timbre que tenía tu voz al pronunciar mi nombre, y del sabor de tus labios al rozar los míos
Ahora vivo enamorada de los recuerdos, nuestros recuerdos.
Invierno perdura por favor.
¿Quién me iba a dar a mi los buenos días si no eres tú? 

Hoy no me pondré el despertador. Hoy quiero despertar con tu risa al ver que llego tarde al trabajo.
No es que sea contradictorio, es que lo tiene todo.

jueves, 21 de febrero de 2013

Atrévete a no pensar.

Sería difícil permanecer en la cama todo el día ahora que te digo que te vas a morir, esperando que otra persona haga lo que tú deberías hacer o simplemente esperando a que todas las cosas se construyan solas.

Aprende de una vez, que nadie va a hacer nada por ti, que esta vida es solamente tuya, de nadie más.
Que si, vale, hay mucha gente que te quiere y que haría muchas cosas por ti, pero eso no quiere decir nada, además tampoco sabes si realmente estás en lo cierto.
Si no me crees, quédate un par de años más cruzada de brazos y compruébalo.
¿De veras serías capaz de intentar comprobarlo? ¡¡Vamos!!
 La gota que colma el vaso.
 ¿Te atreverías a no pensar sabiendo que en nada estarás camino a la muerte?
 ¿Te atreverías? Contestame.
 Pues por favor, esas personas que dicen que te quieren tanto, y que crees que harían cualquier cosa por ti, que cojan sus móviles si quieren ayudarte, y marquen tu número, que te llamen para decirte de mi parte, sin más preámbulos que te estás empezando a morir.

jueves, 14 de febrero de 2013

Ponme el despertador.

Buenas noches, ponme el despertador de tus labios a mi cuello en punto.
Buenos días, al final ha sonado el despertador de tus manos a mi espalda y cuarto.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Te escribo.

Te escribo por si algún día me pides que te lea.
 Te escribo por si al conocerte me pillas sin bolígrafo.
 Te escribo hoy por si se me hace tarde mañana.
 Te escribo ahora que no te conozco para que no dudes de mi desconocimiento sobre la belleza antes de que tu llegaras.
 Te escribo sin ver tu físico, le escribo a tu corazón.
 Te escribo ahora porque cuando te conozca no querré perder ni un segundo en nada que no sea acariciarte.
 Te escribo porque tú eres la única persona que se merece que le escriba sin conocerle.
 Te escribo porque me hace feliz imaginarte.
 Te escribo porque me ilusiona terriblemente escribirle al amor de mi vida aunque no le tenga.
 Te escribo porque sé que existes.
 Te escribo por el placer de un día poder recitarte.
 Te escribo ¿y qué hay más importante?
 Te escribo ¿y qué hay más especial que amarte sin saberte?
 Te escribo y te venero con mi papel al que me abrazo por no tener tu cuerpo.
 Te escribo y beso estas letras por no conocer tus labios.
 Te escribo y aunque hoy el te quiero se lo diga a un folio, cuando suene pronunciado será el te quiero más sincero que exista.
 Te escribo porque no puedo susurrarte.

jueves, 10 de enero de 2013

"PEQUEÑA"

Pequeña mía, aunque después de 22 años haga esto ahora, ¿sabes que te necesito para vivir verdad?

Que haría yo sin ti, que haría yo sin esos; no me da la gana, hazlo tú, déjame en paz, no me agobies, no te importa, vete por ahí.

Pero en fin, estás en la edad tonta, esa del pavo que dicen.

No te asustes ni te rías (aunque ambas cosas son difíciles que no ocurran), he empezado por lo malo para acabar este texto mucho más bonito, aunque siendo como eres, con tantos jaleos que llevas siempre, ni te sientas a leerlo.

Tampoco podría vivir sin ;
 ¿Anto? ¿eres tú? (cuando entro a casa de madrugada)
¿Anto? ¿me traes agua? (cuando me levanto al baño a las 4:00)
Anto, ¿me puedes peinar? (cuando tu pelo no tiene compostura)
¿Qué me puedo poner mañana? (cuando te vas de fiesta)
Antonia despierta, que es la hora (cuando tengo que llevarte al tren todas las mañanas)
Antonia dile a la abuela que me haga la leche (porque dices que a mi me sale mala)
Anto, abre tú (cuando estás whatsappeando en el sofá)

Tampoco podría vivir sin ese WhatsApp pidiéndome que te lleve al Burguer, en el que me describes a la perfección la hamburguesa. Queso fundido, sabor único, coca-cola , pan crujiente. (Y todo para que no pueda resistirme y te lleve.)

Tranquilaaaaaaaa.

Que sigo sin haber terminado, aún hay más.

¿Sabes sin qué cosas no concibo la vida?

Sin tus buenos días, sin tus buenas noches, sin escuchar tu música de fondo al final del pasillo, en tu habitación. Sin escucharte decir lo mucho que echas de menos a nuestra Divina, sin que me preguntes si saliva es con "v" o "b", o si moratón lleva tilde, sin esos WhatsApp que me mandas a deshoras haciéndome reir con ocurrencias que solo pueden venir de ti.

Tampoco concibo la vida sin tu toalla medio mojada encima de la mía en el baño, no la concibo sin tu compañía en los largos días de compras, sin tus cómprame, o sin tu: ¿me regalas...?

¿Qué no te compraría yo a ti pequeña?
¿Qué no te regalaría?

Si por mí fuera, te regalaría toda la paz y salud existentes.

Le diría al destino de tu vida, que te tratara lo mejor posible, que la vida fuese fácil para ti, que te amaran mucho y muy correspondido, que fueses lo más feliz posible en definitiva.

Porque si fuese necesario, daría todo por ti , hasta mi vida, solo porque tu conservaras la tuya, y créeme que esto, no son palabras en vano, ya me conoces.

Si pudiera firmar para que tus ojos no llorasen jamás de dolor, para que tus manos y tu cuerpo nunca tengan que esforzarse demasiado, para que no te molesten las entrañas algunos amores pasajeros.
Si pudiera firmar en algún folio que me garantizara que tendrás todo aquello que mereces, deseas, todo aquello a lo que te aferras.

Desde este rincón te digo, que te seré tan fiel como nivel de fidelidad exista, te seré leal, te seré sincera toda mi vida, y nunca, nunca, por encima de cualquier cosa, te fallaré.

Jamás te sientas sola, ni tengas miedo, yo no te abandono, yo siempre estaré a tu lado para protegerte cuando me necesites.

Creo que ya te ha quedado más claro la pregunta que te hice al principio, ¿verdad?

Pues eso, hermana.

Que te necesito para vivir.


martes, 1 de enero de 2013

2000 TRECE

Buenas noches.
Primera noche de un nuevo año, primera noche de nuevas ilusiones, de nuevos proyectos y sueños.
Primera noche de muchas preciosas noches, primera noche de amor, primera noche de paz, alegría, de prosperidad.
Primera noche de esperanzas y encuentros.

Hay cosas que han salido muy mal, hay muchas cosas en las que he fallado, hay gente a la que he mentido, a otras personas le puse mala cara cuando no lo merecían, y abracé a quien no debía, he reído como una niña, y también he llorado como tal.

Es un año para olvidar cualquier mal recuerdo y pensar en un futuro mejor, me arriesgaré a perder, para tener oportunidad de ganar.

Porque para poder beber un buen vaso de vino, hay que romper un racimo de uva, y he pensado que si en algo no puedo correr, trotaré, y si por cualquier motivo no puedo trotar, caminaré.

Porque un día afronté la pena de partir o de quienes parten, por eso hoy puedo conocer la alegría de cualquier regreso y de quienes se quedan.

Hoy perdono, hoy me perdono hasta a mi misma.

Solo enseñando aprenderé, y solo comprendiendo seré comprendida.

Y mientras tengo esta especie de campaña interior,  me libro de rencores y resentimientos.
Todo lo malo lo tomaré como una lección, lo malo se desvanece como la nieve ante una suave caricia del sol.

Ahora sé por qué cosas y por qué personas sería capaz de morir, o lo que es lo mismo, ahora sé por qué y por quienes vivo.

Feliz Año.