jueves, 10 de enero de 2013

"PEQUEÑA"

Pequeña mía, aunque después de 22 años haga esto ahora, ¿sabes que te necesito para vivir verdad?

Que haría yo sin ti, que haría yo sin esos; no me da la gana, hazlo tú, déjame en paz, no me agobies, no te importa, vete por ahí.

Pero en fin, estás en la edad tonta, esa del pavo que dicen.

No te asustes ni te rías (aunque ambas cosas son difíciles que no ocurran), he empezado por lo malo para acabar este texto mucho más bonito, aunque siendo como eres, con tantos jaleos que llevas siempre, ni te sientas a leerlo.

Tampoco podría vivir sin ;
 ¿Anto? ¿eres tú? (cuando entro a casa de madrugada)
¿Anto? ¿me traes agua? (cuando me levanto al baño a las 4:00)
Anto, ¿me puedes peinar? (cuando tu pelo no tiene compostura)
¿Qué me puedo poner mañana? (cuando te vas de fiesta)
Antonia despierta, que es la hora (cuando tengo que llevarte al tren todas las mañanas)
Antonia dile a la abuela que me haga la leche (porque dices que a mi me sale mala)
Anto, abre tú (cuando estás whatsappeando en el sofá)

Tampoco podría vivir sin ese WhatsApp pidiéndome que te lleve al Burguer, en el que me describes a la perfección la hamburguesa. Queso fundido, sabor único, coca-cola , pan crujiente. (Y todo para que no pueda resistirme y te lleve.)

Tranquilaaaaaaaa.

Que sigo sin haber terminado, aún hay más.

¿Sabes sin qué cosas no concibo la vida?

Sin tus buenos días, sin tus buenas noches, sin escuchar tu música de fondo al final del pasillo, en tu habitación. Sin escucharte decir lo mucho que echas de menos a nuestra Divina, sin que me preguntes si saliva es con "v" o "b", o si moratón lleva tilde, sin esos WhatsApp que me mandas a deshoras haciéndome reir con ocurrencias que solo pueden venir de ti.

Tampoco concibo la vida sin tu toalla medio mojada encima de la mía en el baño, no la concibo sin tu compañía en los largos días de compras, sin tus cómprame, o sin tu: ¿me regalas...?

¿Qué no te compraría yo a ti pequeña?
¿Qué no te regalaría?

Si por mí fuera, te regalaría toda la paz y salud existentes.

Le diría al destino de tu vida, que te tratara lo mejor posible, que la vida fuese fácil para ti, que te amaran mucho y muy correspondido, que fueses lo más feliz posible en definitiva.

Porque si fuese necesario, daría todo por ti , hasta mi vida, solo porque tu conservaras la tuya, y créeme que esto, no son palabras en vano, ya me conoces.

Si pudiera firmar para que tus ojos no llorasen jamás de dolor, para que tus manos y tu cuerpo nunca tengan que esforzarse demasiado, para que no te molesten las entrañas algunos amores pasajeros.
Si pudiera firmar en algún folio que me garantizara que tendrás todo aquello que mereces, deseas, todo aquello a lo que te aferras.

Desde este rincón te digo, que te seré tan fiel como nivel de fidelidad exista, te seré leal, te seré sincera toda mi vida, y nunca, nunca, por encima de cualquier cosa, te fallaré.

Jamás te sientas sola, ni tengas miedo, yo no te abandono, yo siempre estaré a tu lado para protegerte cuando me necesites.

Creo que ya te ha quedado más claro la pregunta que te hice al principio, ¿verdad?

Pues eso, hermana.

Que te necesito para vivir.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Acabo de llorar Anto.

D U N O H A dijo...

:)

Anónimo dijo...

Muy bonito. Quien es capaz de expresar unos sentimientos así, no solo es guapa por fuera.

Anónimo dijo...

Muchas gracias.



Antonia Riera Ros.